Aunque muchos críticos calificaron -en su momento- la obra como un romance de la alta sociedad, lo cierto es que
Anna Karenina
de
Lev N. Tolstoi
está considerada como una de las obras cumbres del realismo.
El propio Dostoievski dijo de ella que era una obra de arte y Nabókov que se apreciaba la magia del estilo de Tolstoi, que culminaba en un majestuoso final.
Anna Karenina se publicó por primera vez en 1875, comenzando a aparecer como folletín en la revista El mensajero ruso, pero no llegó a concluirse su publicación. Por ello, la primera edición completa -en forma de libro- apareció en 1877.
Fue la primera auténtica novela para Leon Tolstoi, en la que parece que encontró inspiración para el personaje de Anna, en Maria Hartung, la hija primogénita del poeta ruso Aleksandr Pushkin.
Cuando Tolstoi se planteó retratar la aristocracia rusa del siglo XIX, eligió el mito de la femme fatale en toda su crudeza. Un romance de la alta sociedad con un desenlace, ajeno a los finales felices. Ya desde los primeros capítulos se percibe que Anna Karenina es la historia de algo más que una pasión, es la vida de cualquier mujer que -infeliz con su pasado y consciente de su vacío existencial-, busca recuperar el tiempo perdido.
Sin embargo, y a pesar de tratarse de la historia de una pasión, lo que principalmente representa esta novela cumbre de la literatura, es una crítica demoledora contra la aristocracia rusa de la época, a través de unos personajes paradigmas de la hipocresía imperante en el selecto y exclusivo círculo de la élite rusa.
Y para concluir, nada mejor que hacerlo con la declaración de Anna cuando percibe que su historia de amor no puede tener un final sencillo.
“No tengo paz que dar. No puede haber paz para nosotros…
Sólo miseria o la felicidad más grande”.
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diciembre, 2013 © chelopuente
9 de diciembre de 2013 en 05:06
Excelente reseña.
9 de diciembre de 2013 en 08:55
Me alegra que te haya gustado, Álvar.
Bienvenido a este rincón donde siempre serás bien recibido.
Un saludo.
9 de diciembre de 2013 en 06:58
Buenos días Chelo hermosa novela, gracias por compartirla hoy lunes
besotes y feliz navidad
9 de diciembre de 2013 en 08:57
Buenos días, Gaviota y buen lunes prenavideño.
9 de diciembre de 2013 en 14:17
Genial entrada! Si no es molestia, nos quedamos : ) y te invitamos a visitarnos y quedarte con nosotros si te apetece ; )
9 de diciembre de 2013 en 16:01
Genial! Bienvenidos a este rincón donde siempre seréis bien recibido.
En cuanto tenga un momento os visitaré encantada.
Un saludo
9 de diciembre de 2013 en 16:07
Un placer tu bienvenida Chelo! Y un honor que te animes a visitarnos y nos sigas si te gusta lo que publicamos : )
9 de diciembre de 2013 en 16:12
Lo haré, seguro 🙂
9 de diciembre de 2013 en 17:07
hola chelo, uf! «no tengo paz que dar»… un poquito así me encuentro, confiando que este temporal pase y me restaure. siempre un placer venir aquí a tu hermoso rincón. besoT.
9 de diciembre de 2013 en 17:20
Sabes que también es tu rincón, donde siempre eres bien recibida.
Besos contra el temporal.