Ganadora del Premio Planeta 2012, llegó la nueva novela de Lorenzo Silva LA MARCA DEL MERIDIANO, y con ella nos trae un nuevo caso del brigada Bevilacqua y la cabo Chamorro.
Un guardia civil retirado aparece asesinado y colgado de un puente de forma bastante humillante. El caso se lo encargan al equipo de Bevilacqua, a pesar de que se tienen que trasladar a La Rioja y después a Barcelona, donde Bevilacqua revivirá aquellos años que vivió y trabajó al lado del compañero y maestro asesinado.
Poco a poco la investigación va avanzando, constatando la realidad de una sociedad envilecida por el dinero de dudosa procedencia, el engaño y la explotación de las personas. A medida que continúan investigando, se va descubriendo una corrupción policial en la que están implicados algunos compañeros; delincuentes sin escrúpulos o chicas venidas de fuera en busca de un futuro. Y en medio de todo este ambiente tan negativo surgió el amor, ese amor que puede cambiar a las personas y puede ser su redención.
LA MARCA DEL MERIDIANO no sólo es una interesante trama policíaca. La última novela de Lorenzo Silva, es además un magnífico retrato del ser humano, vulnerable y en lucha constante con su interior, con sus decisiones -en ocasiones equivocadas- y con su propia moral tan diferente es cada caso.
Aprender
que con certeza, nada tengo que no me des,
a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto
de la belleza.
Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define.
Aprender para saberse desprender, he aquí el viejo secreto. Aprender...
(Fragmento de "Aprendre", poema de Lluis Llach)
La verdad ee gustaba más el Lorenzo Silva del principio, cuando Bevilaqua y Chamorro resolvían casos sin más, y su autor no se dedicaba a darnos su punto de vista sobre esto y aquello, aunque no venga al caso. Me refiero al libro anterior, ‘La estrategia del Agua’, en la que, como apenas hay trama, sino que el caso se resuelve a base exclusivamente de escuchas telefónicas, Silva se dedica a la perorata sobre lo injusto que es ser padre separado, y pitos, y flautas.
Pero, claro, esto es sólo una opinión. Y ya decía el tío Clint que las opiniones son como los traseros…
Creo que con La marca del meridiano, ha vuelto de nuevo a los inicios, si bien incluye algunas reflexiones que -a mí- me agradan.
Besos a montones para el fin de semana.
Por cierto! ¿Sabes que he vuelto a participar en un espacio de radio aquí en Barcelona? 🙂
14 de junio de 2013 en 07:51
Jo… Hay tanto bueno por leer aún…!
Bon dia desde aquí, muy cerca del tramo inicial del meridiano Dunquerque-Barcelona.
14 de junio de 2013 en 09:07
Bon dia, Josep.
Es verdad, cuanto más lees más te queda por leer 🙂
14 de junio de 2013 en 12:52
La verdad ee gustaba más el Lorenzo Silva del principio, cuando Bevilaqua y Chamorro resolvían casos sin más, y su autor no se dedicaba a darnos su punto de vista sobre esto y aquello, aunque no venga al caso. Me refiero al libro anterior, ‘La estrategia del Agua’, en la que, como apenas hay trama, sino que el caso se resuelve a base exclusivamente de escuchas telefónicas, Silva se dedica a la perorata sobre lo injusto que es ser padre separado, y pitos, y flautas.
Pero, claro, esto es sólo una opinión. Y ya decía el tío Clint que las opiniones son como los traseros…
Un abrazo, fermosa.
14 de junio de 2013 en 13:29
Creo que con La marca del meridiano, ha vuelto de nuevo a los inicios, si bien incluye algunas reflexiones que -a mí- me agradan.
Besos a montones para el fin de semana.
Por cierto! ¿Sabes que he vuelto a participar en un espacio de radio aquí en Barcelona? 🙂