Una tarde de viento huracanado de Madrid estaba en mi librería, al calor de los libros, cuando recibí la visita de un adolescente, cliente de la librería.
Esa última semana habían sido tardes de El lazarillo de Tormes, el que edita la editorial Laberinto. Lo había pedido el profe de Literatura de un instituto de allí al lado, exactamente esa edición. Os lo cuento para poneros en antecedentes…
– Hola ¿Tienes El lazarillo?
– ¿El de Laberinto? – le pregunté.
– No, no… ¡¡el de Tormes!!
– Jajajaja… quería decir que si quieres el de la editorial Laberinto.
– Jo, es que me lías.
2015 © chelopuente
30 de marzo de 2015 en 08:00
buen día Chelo. comenzamos lunes con sonrisas. qué pobres! besote.
30 de marzo de 2015 en 08:28
Son geniales!
Buen lunes con besos y sonrisas.
30 de marzo de 2015 en 08:33
Buenos días y buen lunes Chelo.
Muy buena anécdota jajajaja el despertar 😉😉
30 de marzo de 2015 en 08:47
Buen lunes con besos y sonrisas, Cristina.
30 de marzo de 2015 en 12:36
Los chavalesque sabrían de editoriales!!!!!!!!!!
30 de marzo de 2015 en 14:45
Así es, Rosa. A veces damos por hecho que todo el mundo entiende nuestro lenguaje.
Eran unos chicos estupendos!
30 de marzo de 2015 en 17:59
Ojalá les guste tanto leerlo como nos pasó a acasi todos a esa edad.
Saludos, maravillosa Chelo Puente.
30 de marzo de 2015 en 20:36
Yo también lo espero.
Saludos que van volando.
30 de marzo de 2015 en 18:31
Me encanta esta anécdota !
Me paso’ algo semejante estando en una librería de Milán…Aquí se trataba de nuestro Dante Alighieri….
Besos, guapa!
30 de marzo de 2015 en 20:38
Los adolescentes son similares en todos los lugares.
Bedos, querida Anna.
30 de marzo de 2015 en 20:14
Menos mal que no te dijo NO ME RALLES!!!! que bien podría. Es que tengo alguna experiencia…….
30 de marzo de 2015 en 20:34
Ja ja ja. No, Maite, no lo me dijo 🙂