Nuevamente estamos ante otro miércoles, de poesía, si, pero también de confinamiento y no hay mejor compañía que este poema titulado Vive, que dicen que escribió el gran
CHARLES CHAPLIN
sea suyo el poema o no, es lo de menos, porque es perfecto para reflexionar.
VIVE
Ya perdoné errores casi imperdonables. Trate de sustituir personas insustituibles, de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas, mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger. Ya me reí cuando no podía. Ya hice amigos eternos. Ya amé y fui amada pero también fui rechazada. Ya fui amada y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad. Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos. Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa. Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y…
Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) ¡Pero sobreviví! ¡Y todavía vivo! No paso por la vida…
Y tú tampoco deberías sólo pasar… ¡VIVE!
Bueno es ir a la lucha con determinación abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más para ser insignificante.
«¿Alguna vez has pensado empezar de cero en otra ciudad? Fue entonces cuando todo cambió. Justo al acercarme a aquel viejo cartel de madera escrito en francés que vendían en un anticuario improvisado de Madrid. Aux tissus des Vosges, Alice HUMBERT, nouveautés. Entré sin decir nada. Tenía la mirada perdida del que logra lo que quiere. En pocos segundos presentí un vuelco y una irreprimible necesidad de cambiar de vida. Traducido quería decir: Tejidos de los Vosgos, Alice Humbert, novedades. Significaba más, mucho más…» de esta forma es como la protagonista descubre que necesita un cambio imprescindible en su vida.
Esta tercera novela de Màxim Huerta narra la historia de Teresa, que vive en Madrid. A pesar de su vida de economía desahogada le falta algo y por ello se dedica a asistir a clases de dibujo, donde le cuenta al anciano profesor que quiere dibujar en color para que su vida deje de ser gris.
Siempre ha estado supeditada a la supervisión de su estricta tía -desde que quedó huérfana siendo niña- y aun cuando ya tiene casi cuarenta años, sigue obedeciéndola, incapaz de vivir su vida como a ella le hubiera gustado vivirla, lo que le provoca una angustia constante.
Màxim Huerta
El día que encuentra -en un anticuario de Madrid- el cartel de una antigua tienda de telas en París, se da cuenta que ha llegado el momento de cambiar, de iniciar ese viaje que le permita ser quien quiere ser y éso lo va a descubrir poco a poco en París, donde decide comprar el local en el que estuvo la tienda de telas del cartel.
Un recorrido por preciosos rincones del París actual, pero también del París de los años 20. Una mujer en busca de su identidad que comienza su viaje iniciático con destino París, su propia Ítaca. Una mezcla de los sentimientos de Teresa, una mujer del siglo XXI y los de Alice Humbert, una mujer de los años 20. Un padre y un hijo distantes, pero al mismo tiempo llenos de cariño el uno por el otro. Unas fotografías que cuentan la vida de Alice y paseos, muchos paseos bajo la fina lluvia de París… Eso es lo que me ha parecido Una tienda en París, además de sorprenderme gratamente la exposición de sentimientos tan femeninos como el miedo a defraudar, a desobedecer, a vivir como quieres vivir… que creo que Màxim Huertaha tratado muy bien en los dos personajes femeninos, Teresa y Alice.
Después de leerla querrás volver a París y pasear por esas calles, sentarte en aquel café y buscar la tienda de Teresa, que antes lo fue de la joven Alice.
Para ti que te agrada empezar los miércoles poniéndole acento a tu vida, para ti que tienes una imaginación sin límite, te dejo un precioso poema, del poeta gallego
José Ángel Valente
de su poemario Punto cero.
SÉ TÚ MI LÍMITE
Tu cuerpo puede llenar mi vida, como puede tu risa volar el muro opaco de la tristeza.
Una sola palabra tuya quiebra la ciega soledad en mil pedazos.
Si tú acercas tu boca inagotable hasta la mía, bebo sin cesar la raíz de mi propia existencia.
Pero tú ignoras cuánto la cercanía de tu cuerpo me hace vivir, o cuánto su distancia me aleja de mí mismo, me reduce a la sombra.
Tú estás, ligera y encendida, como una antorcha ardiente en la mitad del mundo.
No te alejes jamás: los hondos movimientos de tu naturaleza son mi sola ley.
Retenme. Sé tú mi límite. Y yo la imagen de mí feliz, que tú me has dado.
José Ángel Valente Orense, 1929 – Ginebra, 2000
Si te apetece leer algo de poesía, no lo dudes, puedes encontrar en
En este último miércoles del mes de octubre, os regalo un poema
del gran poeta guipuzcoano
GABRIEL CELAYA
aquel que fuera compañero del también poeta Federico García Lorca, en la Residencia de Estudiantes cuando estudiaba ingeniería.
CUÉNTAME COMO VIVES
Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus días, tus lentísimos odios, tus pólvoras alegres y las confusas olas que te llevan perdido en la cambiante espuma de un blancor imprevisto.
Cuéntame cómo vives. Ven a mí, cara a cara; dime tus mentiras (las mías son peores), tus resentimientos (yo también los padezco), y ese estúpido orgullo (puedo comprenderte).
Cuéntame cómo mueres. Nada tuyo es secreto: la náusea del vacío (o el placer, es lo mismo); la locura imprevista de algún instante vivo; la esperanza que ahonda tercamente el vacío.
Cuéntame cómo mueres, cómo renuncias sabio, cómo frívolo brillas de puro fugitivo, cómo acabas en nada y me enseñas, es claro, a quedarme tranquilo.
Para este primer miércoles de poesía del año, he elegido un poema de Libe Li, pero no es uno de ellos, para mí es uno de los mejores, de los primeros que leí suyos, tan ligero, tan musical que cierra el círculo de forma rotunda y suave a la vez. En definitiva… ¡¡me encanta!!
La vida entera
Y me rozó el jardín. Y el olor a hierbabuena y jazmín se me estrelló en la frente. Y volé. No encontré mi norte, ni recé, ni soñé, ni lloré. Viví, y en ese corto instante sentí, sentí la vida entera.