EL SILENCI DELS TELERS
Assumpta Montellà
Edit. Ara
El silenci dels telers (El silencio de los telares) no es una novela, es lo que podríamos llamar un libro-testimonio porque da voz a las mujeres y niñas que durante décadas trabajaron en las colonias textiles de Catalunya. Desde el inicio de la industria hasta nuestros días, pasando por la Guerra Civil y la represión y la posguerra, sus testimonios expresan una manera de vivir marcada por un oficio pleno de condiciones precarias.
Son las trabajadoras de estas fábricas las auténticas protagonista principales, aunque también tienen cabida las mujeres de los dueños, las criadas, las sacristanas, todas ellas sumando miradas femeninas que se reúnen alrededor de la colonia textil.
El silenci dels telers es un libro de memoria histórica, de la realidad de aquellas colonias textiles. Comienza con un precioso poema Elionor, del poeta Miquel Martí i Pol. Un poema que es una metáfora resumen de la sociedad de aquel momento, tomando como protagonista a su propia madre, una mujer trabajadora en una fábrica textil. Es precisamente con este poema con el que Martí i Pol hace una crítica social del momento e intenta captar y hacer reflexionar sobre la situación de la mujer y las niñas en ese contexto histórico.
El título del libro hace referencia al ruido de los telares, pero es mucho más que eso, es una metáfora, porque el silencio nos permite escuchar el pasado con atención, escuchar las voces de aquellas mujeres que fueron parte de la Historia y que no han sido reconocidas nunca, ni su esfuerzo ni su importancia en el desarrollo de la industrialización en Catalunya y en España entera, para después llegar al silencio de la crisis de los años ochenta.
Una de las cosas que más me ha gustado del libro es que muestra las diferentes formas de pensar con las que estas mujeres vivieron la experiencia de la vida en la colonia. Para unas no había otra forma de vida y sus recuerdos son de afecto a esta vida; pero para otras la vida en la colonia era una especie de tormento porque echaban en falta algo esencia: la libertad.
La propia Assumpta Montellà lo explica perfectamente en las primeras páginas del libro. Ella lo dice así: «Tres veces silencio. El primero es el que deja la sordera; el segundo es el silencio de la mujer siempre olvidada en la Historia, sea la que sea la cama donde duerma, y el tercero es el silencio de unos telares que la crisis de los años ochenta hizo enmudecer. Tres silencios que, como hilos, se entrecruzan y tejen historias, Historias de mujeres y niñas en las colonias textiles»
¡Felices lecturas, amigos!
marzo, 2014@chelopuente