Querido amigo,
Hoy que tengo un ratín, te escribo para contarte una cosa, a ver a ti qué te parece. Resulta que hace dos años estuve en Barcelona… ya sé que no fui a verte, ni te llamé, ni nada, pero es que iba con muy poco tiempo, porque fui a un asunto de trabajo. Fíjate si fui con poco tiempo que ni siquiera pasé por Passeig de Gràcia, que sabes que me gusta mucho… no, no sólo por las tiendas de allí, que tú crees que soy una frívola que sólo pienso en las tiendas, que te lo digo porque ni siquiera fui a ver lo que tanto me gusta, ya sabes, la Casa Batlló. Bueno, y ahora que lo pienso, cómo iba a ir a verte si entonces no existías, sí, ya sé que tienes una edad y que ya habías nacido hace dos años, pero me refiero a que no existías para mí, porque tú estabas a tus cosas y yo a las mías y cada uno en su sitio, y no nos habíamos encontrado.
Pero, ahora, sin entretenerme te voy a contar lo que me pasó. Como te decía, fui a un asunto de trabajo. Una editorial de Barcelona me invitó a una fiesta que le hacía a un escritor escocés, que publica con ellos y le habían dado un premio. Era un cóctel en ese hotel que es tan alto y que desde el restaurante se ven unas preciosas vistas, sí, es que no me acuerdo del nombre, pero tú ya sabes el que te digo ¿no?.
Pues estábamos todos allí charlando en el cóctel, y nos regalaron un ejemplar de su último libro para que nos lo dedicara, así que una persona de la editorial nos le iba presentando y le iba diciendo el nombre al autor, para que nos dedicara el libro, así que cuando me tocó a mí, me presentó…
– She’s from Madrid. Her name is Chelo… -me presenta.
– Wow! beautiful name… skyyyyy… -dice el escritor.
– No no noooo… no sky!!!… Chelo… csi, eich, i, el, ou – le deletreo.
– Ops! it’s ok.
Vale, tampoco es para que te rías tanto, que te lo cuento para ver a ti qué te parece, no para que te rías. Ya sé lo que me vas a decir, que sky en inglés quiere decir cielo, y que es bonito, pero, no sé… a mí me sonó a nombre de detergente ¿no crees?, pero claro, fue muy divertido.
Bueno, ahora te dejo, que tengo mucho que hacer. Ya te escribo otro día… Que sí, que ahora que vivo en Barcelona te llamaré, cómo no te voy a llamar, que tienes unas cosas…
Besitos,
Chelo Puente, julio 2012