Hoy, 3 de diciembre, se cumplen diez años de la muerte de la escritora extremeña
DULCE CHACÓN
a causa de un cáncer que acabó con su vida cuando tenía 49 años.
Sus cenizas reposan a los pies de un castaño en la Sierra de El Torno y esparcidas por el Valle del Jerte, donde sus palabras se seguirán leyendo y su voz nunca estará dormida.
Y para homenajearla, nada mejor que recurrir a las palabras que aparecen en un fragmento de su novela La voz dormida
“La desesperación es una forma de negar la verdad, cuando asumirla supone aceptar un dolor insoportable. Y el cuerpo se niega, se rebela. El sentimiento ruge. Y Tomasa se deshace por dentro y por fuera en un rincón de la celda.
Sentada en la silla de Reme se deshace. Porque Reme se ha ido.”