TREN A PUIGCERDÁ
Blanca Busquets
Edit. DeBolsillo
Recientemente he leído la última novela de Blanca Busquets, La casa del silencio, de la que os dejé un comentario aquí en el blog. Y ahora he terminado otra de sus novelas, Tren a Puigcerdá, en la que -de nuevo- nos presenta unos personajes perfectamente diseñados.
Doce personas se encuentran atrapadas en un tren con destino a Puigcerdá el día de Sant Esteve, donde poco a poco se van revelando sus personalidades y descubriendo que sus vidas tienen algo en común. Un inmigrante del Este, una ex prostituta, una mujer maltratada, una anciana con Alzheimer, una antigua madame y otros personajes que aparentemente no tienen nada que ver el uno con el otro. Todos ellos convivirán accidentalmente en el interior de un vagón de tren, en ese tren que hace el trayecto Barcelona-Puigcerdà.
En ese espacio claustrofóbico, donde una de las pasajeras sufre de claustrofobia, se va tejiendo una telaraña de relaciones que Blanca Busquets entrelaza con gran habilidad. Podríamos decir que ese vagón parado, se convierte por accidente, en el vagón de la vida, de la vida que cada uno de ellos ha llevado y lleva a cabo.
Esta situación es aprovechada por la autora para tratar temas de absoluta actualidad, como la inmigración, el maltrato, la prostitución o el alzheimer, así como otros más emocionales como el amor, la maternidad o la vejez.
Pero además, todas estas historias están narradas con la gracia y maestría propias de Blanca Busquets, recurriendo a diferentes tiempos y diferentes momentos de cada personaje, y de esta forma, nos va descubriendo la relación que guardan entre sí los personajes, todo ello narrado con un lenguaje irónico, ligero y sumamente entrañable.
¡Feliz lectura, amigos!
Chelo Puente – junio, 2013