La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Apenas quedan unas horas…


Apenas quedan unas horas para despedir este año 2016.
Estoy segura de que a lo largo de sus días se han dado cita
un sinfín de acontecimientos malos, buenos y regulares que
se quedan para formar parte de nuestra andadura por la vida.
De todos estos momentos quiero destacar aquí aquellos que hemos
pasado juntos leyendo lo que escribimos, mirándonos, conociéndonos,
porque siempre pienso que 
nuestros escritos nos delatan.
Gracias por haberme acompañado en esta andadura bloguera y
gracias, sobre todo, por haberme permitido que nos hayamos
desvirtualizado con algunos de vosotros.
Han sido momentos mágicos en los que hemos comprobado
que sin vernos 
ya nos conocíamos.
Para el próximo año y los próximos días os deseo lo mejor y que me
permitáis seguir formando parte de vuestra vida.

¡Feliz vida, amigos!
2017

 


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Feliz Navidad


Tanto si te gustan las fiestas de Navidad como si no,
tanto si eres creyente como si eres descreído,
tanto si eres un fiestero divertido o más bien un poco sosaina
da igual
celebra, celebra y no pares de celebrar,
da igual el motivo por el que lo hagas pero
no dejes de celebrar
y si no encuentras un motivo, que ya es raro,
celebra Sanquisimos,que siempre viene bien
reunir a la familia y amigos y disfrutar de ellos
y que ellos disfruten de ti

porque mañana puede ser tarde.

¡Feliz Navidad, feliz vida, queridos amigos!

feliz-navidad

 


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Blogueros en acción


Siempre pienso lo mismo ¿cómo serán estas personas con las que interactuamos en el mundo de los blogs?. Aunque lo cierto es que nos vamos conociendo a través de las palabras escritas… nuestros escritos nos delatan, digo siempre.

Pero aquella tarde de sábado sería especial, como especiales habían sido encuentros anteriores en vivo y en directo y es que es precioso pensar en un rostro cuando leemos. Así fue, más de cuatro horas compartiendo palabras, pensamientos e ilusiones en una velada que fue la primera pero que, estoy segura, no será la última.

No fuimos muchos pero fuimos muy importantes y además lo pasamos estupendamente al calor de las palabras, los gestos y las emociones.

¡Gracias, amigos blogueros por ser tan estupendos!

 

Cena de blogueros

23.05.2015 – Cena de blogueros


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El barreño azul


barreño azul

el barreño azul

El paisaje pasaba rápido a través de la ventana del tren. Atrás iban quedando los campos que, de forma tan bella, describió el gran poeta Machado en sus versos. Mientras, ella, con la mirada perdida en el cristal recordaba los días vividos.

Como cada verano, desde hacía unos años, pasaba unos días acompañando a sus padres en la casa familiar, que siempre acogía a todos y donde todos eran bien recibidos. En esos momentos disfrutaba de todos ellos, de la naturaleza y de la tranquilidad, rodeada de tantas personas queridas. Ahora regresaba a casa y al mismo tiempo volvía de casa.

Hacía unos días -cuando llegó- descubrió en uno de los cuartos de baño el barreño azul de los niñosy pensó que no era posible que aún existiera aquel objeto que había sido la bañera de todos sus sobrinos y de sus propios hijos. En resumen, había sido la bañera de los bebés de la familia.

En ese preciso momento desfilaron por su memoria multitud de imágenes, que pasaban como una sucesión de fotogramas, y que se remontaban a la infancia de sus sobrinos e hijos cuando pasaban parte del verano con sus abuelos: los chapuzones en el río, las carreras en bici, las lecturas de la siesta, las meriendas en el monte, los disfraces, los juegos en la calle después de cenar…

Estaba tan sorprendida que le preguntó a su madre -convertida en abuela y ahora también en bisabuela- y la madre le respondió que sí, que estaba nuevo porque lo había guardado en el desván envuelto en una colcha vieja y que era el barreño que compró cuando estaba a punto de nacer su primer nieto y relató detalladamente el momento de la compra. ¿Te acuerdas? le preguntó a su marido, el hombre con el que llevaba compartidos los buenos y los malos momentos de toda una vida, desde hacía casi setenta años. Pero él, sentado en su sillón, no se acordaba.

Ella seguía observando la escena y a sus padres -nonagenarios ya- y veía sus miradas embelesadas, siguiendo con emoción la alegría de los primeros pasos de su bisnieto y la primera sonrisa que les regalaba su bisnieta, mientras su madre acariciaba la barriga que cobijaba a su tercer bisnieto, que nacería antes de que llegaran las nieves.

Cuando ella levantó la mirada se encontró con la de su hermana, que también observaba la escena desde otro punto del gran salón. No hicieron falta palabras, sólo una leve sonrisa mezcla de alegría, emoción y nostalgia, con la que ambas -convertidas ya en abuelas- se dijeron que había llegado el momento de hacer el relevo, que había llegado el momento de cuidar de la familia y del barreño azul de los niños para que siguiera siendo la bañera de los bebés de la casa.

 octubre, 2014 © chelopuente