La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Amor prohibido


César Vallejo - Santiago de Chuco, 1892 - París,1938

César Vallejo – Santiago de Chuco, 1892 – París, 1938

Hoy os traigo el poema de un poeta
que quizá algunos no conozcáis.
Se trata del escritor peruano

CÉSAR VALLEJO

Se inició como poeta siguiendo
los preceptos del Modernismo pero
pronto se desmarcó y su poesía dejó de
tener comparación. Su obra propició una
renovación del lenguaje literario.
Murió muy joven en París, con sólo 46 años, pero
le dio tiempo a ser un pionero del futuro Vanguardismo.

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AMOR PROHIBIDO

Subes centelleante de labios y de ojeras!
Por tus venas subo, como un can herido
que busca el refugio de blandas aceras.

Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso en la punta chispeante del cuerno
del diablo; mi beso que es credo sagrado!

Espíritu en el horópter que pasa
¡puro en su blasfemia!
¡el corazón que engendra al cerebro!
que pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.
¡Platónico estambre
que existe en el cáliz donde tu alma existe!

¿Algún penitente silencio siniestro?
¿Tú acaso lo escuchas? Inocente flor!
… Y saber que donde no hay un Padrenuestro,
el Amor es un Cristo pecador!


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José Martí


José Martí - 1853 – 1895

José Martí – 1853 – 1895

Hoy, 19 de mayo, se cumple el aniversario de la muerte

JOSÉ MARTÍ

pensador, escritor, periodista filósofo y poeta cubano,
que murió a los 42 años y que formó parte del
movimiento literario del Modernismo.

Le recuerdo con una de las frases que dicen que decía:

«Los hombres se dividen en dos bandos:
los que aman y fundan, los que odian y deshacen.»

IN MEMORIAM…

2014 © chelopuente


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Un lugar mágico


Barcelona 08.09 137

 

 

Hace unos años -cuando aún no vivía en Barcelona- vine unos días a recorrer la ciudad. Una mañana de agosto decidí adentrarme en la Barcelona Modernista.

Después de visitar la Sagrada Familia, el siguiente punto era llegar bien (sin perderme) a la Casa Milá (zona conocida) y decidí innovar y en vez de volver por Carrer d’Aragò, volví por Carrer de Valènçia. No me podía perder, en esa zona la estructura es en cuadrícula, ya lo sabía… el famoso Plan Cerdà. Y efectivamente, tampoco me perdí (cada vez estaba más contenta).

Barcelona 08.09 115

Así llegué a La Pedrera, pero había una cola de más de una hora según me dijo la chica, así que decidí probar suerte en la Casa Batlló y Oh fortuna!… no había casi nadie en la cola (debían haber ido todos a comer), así que aproveché y, aunque era ya más de la una y media y no había comido, me metí dentro y aquello fue como entrar en el paraiso.

Barcelona 08.09 110

Mi emoción se desbordaba. Después de Montserrat o la Plaça del Rei, pensé que nada de Barcelona podría emocionarme más, pero, nuevamente me equivoqué.

Cuando subía por la escalera, viendo como el azul de los azulejos del patio interior iba aumentando su intensidad, era como ir ascendiendo a los cielos. Cada estancia, cada ventana, puerta, escalera o rincón, era una auténtica joya modernista, era incapaz de terminar.

Iba y volvía a una estancia, bajaba la escalera para marcharme y volvía a subir para volver a remirar algo, y cada una de las veces descubría un detalle en el que no me había fijado antes y allí estuve casi tres horas.

Salí cerca de las cuatro y media, sin comer, sin beber pero llena de emoción… había merecido la pena, ya lo creo que la había merecido. A esas horas, comí un bocadillo en una terraza, una buena cerveza (para hidratarme, claro) y un café.
Barcelona 08.09 131

A las cinco y media, más o menos, me fui para el hotel, necesitaba una ducha y descansar un poco de ese día que estaba siendo tan perfecto. Y aún quedaba la tarde y la noche, que prometía seguir siendo fantástica.

Chelo Puente – abril, 2013


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Margarita, un cuento-poema.


ruben dario
 
 
 
 
 
Hoy, que Google nos recuerda que se cumple el 146 aniversario del nacimiento del poeta nicaragüense Rubén Darío, máximo representante del Modernismo literario, le recuerdo con este cuento-poema o poema-cuento infantil, que dedicó a la hija de cinco años del médico Luis H. Debayle Margarita, y que a mí me trae buenísimos recuerdos.
 
 
 
 
 

Margarita

Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!…
El Señor se va a enojar».

Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor. 

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento. 

Rubén Darío 1867 – 1916
 
Chelo Puente – enero, 2013
 
 


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Una buena relación.


En una pequeña calle, a la derecha de las Ramblas, se levanta el Palau Güell, una magnífica muestra del Modernismo, construído por Antoni Gaudí y perteneciente a su primera etapa, en la que rompe con todos los academicismos y los eclecticismos que imperaban en el siglo XIX en toda la arquitectura europea.

Por encargo de Eusebi Güell i Ferrer, Gaudí construyó este fantástico edificio. Dicen que fue en París -cuando asistía a la Exposición Universal de 1878- donde Güell vio por primera vez una obra de Gaudí. Güell había viajado a París con el fin de estar al tanto de los nuevos modelos de maquinaria para su industria textil, y fue al pasar por el Pabellón de España cuando se paró admirado a deleitarse con una vitrina que exponía guantes. El uso de maderas nobles bellamente talladas, con hierros forjados unidos por finísimos cristales vidriados, ejercieron en él una gran fascinación. Cuando regresó a Barcelona fue a la tienda de Esteve Comella -cuyos guantes exponía la vitrina- para interesarse por el autor de la preciosa vitrina. Fue allí donde le dirigieron al Taller de Puntí, y donde conoció a Gaudí, que frecuentaba este taller especializado en la forja de hierro, carpintería, vidrieras y demás artes plásticas. A partir de ese momento, nació entre ellos una amistad que duraría hasta la muerte de Güell en 1918.

La relación Güell-Gaudí fue mucho más que una relación de cliente-artista, fue una relación de profunda amistad, sustentada por los diferentes puntos en común que les unía. Eusebi Güell no sólo fue un industrial de gran éxito, fue un hombre de amplia cultura, de sólida formación económica, jurídica, científica y humanística, además de un político fiel a los ideales de catalanismo conversador, y sobre todo, un gran mecenas de las letras y las artes de Cataluña, mecenazgo que ejerció con Gaudí.

Como demuestra la distribución del Palau Güell, también en su casa se aprecia su interés por la cultura. Casado con Isabel López i Bru, tuvieron diez hijos y todos ellos recibieron formación musical, clases de pintura o escultura. Es por ello que el palacio tiene un salón de música donde cada uno de sus hijos recibían clases de piano, llegando a ser alguna de sus hijas, compositoras. También se celebraban conciertos, veladas de poesía, de literatura, o canto, convirtiéndose el Palau Güell en un lugar de apoyo a las artes en general.

No es sólo este palacio la obra que Güell le encargó a Gaudí, también fue la reforma de la finca de Les Corts; la capilla de la Colonia industrial que Güell había fundado en 1891; la bodega Güell; o la urbanización privada que con el tiempo se convertiría en el Parc Güell, y es que el binomio fue perfecto… se unió el mecenas y el artista que necesitaba de su mecenazgo para poder desarrollar su afán creativo, y el resultado son las sensacionales obras modernistas que dejaron, para admiración de generaciones futuras.

Chelo Puente, mayo 2012.