La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Revuelo en el Paraíso


paraisoHacía días que lo sabían, hacía días que la esperaban. Por eso aquel revuelo que se había organizado. Les había llegado la noticia de que pronto se reuniría con ellos, una vez que hubiera pasado por todo el papeleo y los trámites que requerían la entrada en el Paraiso.

Algunos de ellos no sabían quién era, pero entre Alfredo, Luciano y María, les habían contado lo maravilloso que sería encontrarse de nuevo con ella, por lo que se pusieron en marcha para organizar todos los preparativos y hacerle un gran recibimiento que diera la bienvenida a tan magnífica mujer y a tan fascinante voz.

Carmen ayudaba a sus amigas a preparar los vestidos que todas ellas lucirían en tan especial ocasión, al tiempo que joan sutherlandestaba dedicada a una empresa mayor. Ella que era una virtuosa de la costura, repasaba el traje que luciría la stupenda. Víctor planchaba su mejor traje, aquel que usara los días de la fiesta mayor de su pueblo, cuando era alcalde. Bernarda retocaba el precioso tocado que llevara cuando fue madrina de la boda de su hijo. Alejandro limpiaba con esmero su reloj de cadena, aquel que su padre le regalara cuando ya consideró que se había hecho mayor. Esteban recogía flores para las guirnaldas, con don Juan, el que fuera el cura del pueblo y que tanto ayudara a salvar a más de un perseguido…

Mientras terminaban de colocar las últimas guirnaldas con flores en el auditorio, Paco y Rafael, amantes del flamenco más profundo, hablaban con Camarón de cómo sería la nueva. Ellos no la conocían, no habían oido hablar nunca de ella, nunca la habían escuchado cantar, y Camarón les decía que para que se hicieran una idea de la emoción que se sentía al escucharla… era como cuando escuchaban el cante hondo de el habichuela, que se te paraba el corazón… pues igual de emoción. No sé, no sé, si será lo mismo… pero vamos, que no nos la vamos a perder, comentaban aún un poco excépticos.

TurandotToño, Ricardo y Oriol, como eran los más jóvenes -apenas llegaban a los 50 cuando llegaron- eran los encargados de coordinar todos los preparativos. Ellos antes no se conocían, se hicieron amigos allí, ya en el Paraiso, cuando un día charlando descubrieron que habían tenido una buena amiga común, a la que habían dejado apenada allí abajo.

De pronto… AlfredoLuciano, ya vestidos, llegaron corriendo.

– ¡Qué llega, qué llega! ¿está todo preparado?.

– ¡Por supuesto que lo está! -contestaron todos- ¡todos estamos preparados!.

– Que alguien busque a Montserrat, que se vista de Liu -gritaban con nerviosismo.

– No, no seamos egoistas – dijo Alfredo -, dejad que Montserrat siga emocionando a los mortales.

– Yo seré Liudijo entonces la divina María – y apareció ya vestida.

Sshish… silencio, que llega la princesa Turandotcomienza la emoción…

Dedicado a la gran Joan Sutherland en el aniversario de su nacimiento un 7 de noviembre de 1926, que nos dejó en 2010, y a todos los que la acogieron en el Paraíso.                    

IN MEMORIAM…

noviembre, 2013 © chelopuente