La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Puerto escondido


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PUERTO ESCONDIDO

María Oruña

Edit. Destino, 2015

 

Oliver Gordon, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.

PUERTO ESCONDIDO es la primera novela de la trilogía Los libros del puerto escondido, de la escritora María Oruña, y creo que su primera novela en general. En ella la teniente Valentina Redondo, la mujer de mirada bicolor, se enfrenta a un hecho bastantes insólito para investigar en su zona de actuación.

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María Oruña. Vigo, 1976

No conocía la existencia de esta escritora, un hecho que me va sucediendo cada vez más a menudo y que me confirma aquello de que cuanto más lees más te queda por leer. En este caso nos encontramos con una historia que nos revela una tragedia del pasado que ha tenido consecuencias durante toda la vida de la empresaria ya anciana Jana Ongayo. Y es que cuando la ambición no tiene límite, lleva de la mano a la traición y desemboca en la locura.

Una historia interesante de leer que me ha suscitado el interés por otra de la trilogía, creo que es la tercera, Donde fuimos invencibles, y que tengo pendiente. Como telón de fondo lugares maravillosos de Cantabria, paseos por la legendaria Santillana del Mar guardiana de grandes secretos, y el mar, inmenso inalcanzables y que nos aporta la serenidad necesaria, esa que todos encontramos en nuestro particular puerto escondido, un lugar real o imaginario al que volver porque siempre nos acoge.

Una novela que te entretiene mucho y que te impide dejarla por ver cómo resuelve el desenlace final y que, en mi opinión, resuelve muy bien. Os la recomiendo.

¡Felices lecturas, amigas y amigos!


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Continents i onades al taller


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Cuando fui a ver la exposición de Xavier Masero, que se muestra en el Museu Marítim de Barcelona con el título de Continents i onades al taller, me vinieron a la memoria estos versos de una canción de Luis Eduardo Aute:

El mar es más que un paisaje,
también es un sentimiento,
es un corazón que late
negándose a seguir muerto…

porque, al igual que para el autor, para mí el mar es más que un paisaje, y como para el artista el mar es un sentimiento. 

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Como decía antes, con el título de Continents i onades al taller, encontramos un conjunto de ánforas suspendidas en una estructura metálica de cuadrícula. En ella se nos muestra el universo marítimo de Xavier Masero, más allá de la función útil que poseyeron como objetos contenedores de épocas fenicias, a lo largo de su peregrinaje en la expansión de la cultura a lo largo del Mediterráneo.

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conti2Estos objetos “No son meros contenedores sin alma…” nos dice el artista. Ahora, esto ya lo digo yo, son importantes no por su utilidad, ni siquiera por su contenido, sino por la belleza que poseen en sí mismos, y porque todo depende de nuestra mirada. Al mirarlos descubrimos todo aquello que atesoran en sus formas voluptuosas, porque… «es en la mirada donde reside el deseo y donde descubrimos lo que anhelamos» vuelve a decirnos el artista. Es en su mirada y en la nuestra donde reside toda la belleza de estas obras realizadas en cerámica y pintadas con conchas, peces, medusas…

Y ahora que está a punto de concluir su estancia en el Museo, os animo muchísimo a que vayáis a verla, si es que aún no lo habéis hecho, porque termina el próximo 3 de marzo, y sería una pena que os quedarais sin verla. Bueno, salvo que el Museo decida comprarla para que forme parte del fondo permanente, y eso sería una gran noticia porque seguiría luciendo en todo su esplendor en esa sala rodeada de ventanales por los que se cuela la luz en su periplo por culturas y mares, durante un tiempo infinito, como el mar y la belleza.

 


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El faro de las orcas


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Cartel de la película

Título original: EL FARO DE LAS ORCAS
Año: 2016
Duración: 110 min.
País: España
Director: Gerardo Olivares
Guión: Gerardo Olivares, Lucía Puenzo, Shallua Sehk
(Basado en la novela de Roberto Bubas)
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Óscar Durán
Reparto: 
Maribel Verdú, Joaquín Furriel, Joaquín Rapalini Olivella, Ana Celentano, Osvaldo Santoro, Federico Barga, Ciro Miro, Alan Juan Pablo Moya, Zoe Hochbaum, Juan Antonio Sánchez
Productora: Coproducción España-Argentina; Historias Cinematograficas Cinemania / Wanda Visión S.A.

Lola viaja con su hijo autista, Tristán, hasta el fin del mundo para encontrarse con Beto, un guardafauna que tiene una relación muy especial con las orcas salvajes en la Patagonia Argentina. El motivo del viaje es que Tristán ha mostrado una extraña empatía y respuesta de estímulos ante la visión de las orcas.

La determinación de Lola de luchar por la mejora de su hijo, la peculiar personalidad de Tristán y su relación con la naturaleza harán que la vida de todos ellos cambie para siempre.

Tenía muchas ganas de ver esta película desde el momento en que supe que se iba a estrenar. Me intrigaba saber cómo había resuelto Gerardo Olivares esta historia -que está basada en un hecho real- sin que pareciera un documental sobre orcas.

Frente a la reticencia de Beto ante la posibilidad de que Lola y Tristán se queden en el faro, nos encontramos con la esperanza de Lola, que tiene una fe ciega en que su hijo autista puede mejorar y responder a este estímulo que le ofrece la naturaleza.

Me gustaría destacar la magnífica fotografía de Óscar Durán con la que nos ha mostrado momentos mágicos de la vida de las orcas y su acercamiento y caza de los leones marinos en ese lejano lugar que es la Patagonia argentina, con playas espectaculares y acantilados de vértigo.

Un hombre (magnífica la interpretación de Joaquín Furriel) y una mujer (la siempre estupenda Maribel Verdú) que cargan con un pasado que les ha moldeado, y un niño (espectacular la interpretación del pequeño Joaquín Rapalini Olivella) inmerso en un mundo interior del que apenas puede salir para mostrar leves signos de respuesta a estímulos. Estos son los tres protagonistas de la historia, a los que hay que añadir un cuarto: la Naturaleza. La naturaleza inmensa, voraz, inhóspita, agresiva, cruel y salvaje pero al mismo tiempo llena de belleza y de efecto sanador y salvador.

Hay personas que dicen que la película les ha resultado un poco lenta y yo estoy de acuerdo, pero a mí, en este caso, me parece una virtud. Para mí era necesario que el ritmo fuese lento para poder disfrutar de cada escena, de cada fotografía, recrearme en cada momento. No hubiera podido asimilar tanta inmensidad a un ritmo más acelerado.

No perdáis la ocasión de ir a ver EL FARO DE LAS ORCAS y de disfrutar del lado más bello y más salvaje de la naturaleza, de la vida de las orcas y el mar en estrecha conjunción con el hombre.

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El silencio del mar


mario benedetti

Mario Benedetti, 1920 -2009

Se acercan las vacaciones, los días de verano y los deseos de disfrutar del mar y su brisa, y que mejor manera de hacerlo que disfrutando
del silencio del mar, de la mano de

MARIO BENEDETTI

el gran poeta uruguayo.

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EL SILENCIO DEL MAR

El silencio del mar
brama un juicio infinito
más concentrado que el de un cántaro
más implacable que dos gotas

ya acerque el horizonte o nos entregue
la muerte azul de las medusas
nuestras sospechas no lo dejan

el mar escucha como un sordo
es insensible como un dios
y sobrevive a los sobrevivientes

nunca sabré que espero de él
ni que conjuro deja en mis tobillos
pero cuando estos ojos se hartan de baldosas
y esperan entre el llano y las colinas
o en calles que se cierran en más calles
entonces sí me siento náufrago y sólo el mar puede
salvarme.


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Caricia


 

GABRIELA

Gabriela Mistral  – Vicuña (Chile), 1889 – Nueva York, 1957

 

Dado que el próximo domingo
se celebra el Día de la Madre,
por qué no celebrarlo
con un precioso poema de la gran

GABRIELA MISTRAL

y dedicárselo a todas las
madres del mundo.

 

 

 

CARICIA

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar…

Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar…

Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar…

El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.

Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar…


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Playa


Manuel Altolaguirre 1905 -1959

Manuel Altolaguirre
1905 -1959

Despertamos un miércoles más
con un poema que el poeta malagueño

MANUEL ALTOLAGUIRRE

dedicó a Federico García Lorca.

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PLAYA

Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.


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S O S


Emilio Cao - Santiago, 1953

Emilio Cao – Santiago, 1953

 

Para este miércoles de poesía recurro a los versos
del músico gallego y especialista en arpa celta

EMILO CAO

del que además os dejo un trocito de su música.

S O S

Nos fuimos quedando solos
el mar, el barco y nosotros.
Nos robaron el sol.
El paquebote esmaltado
que cosía con líneas de humo
ágiles cuadros sin marco.
Nos robaron el viento.
Aquel velero que se evadía
por la cuerda floja del horizonte.
Este océano desatracó de las costas
y los vientos de la Roseta
se orientaron al olvido.
Nuestras soledades
vienen de tan lejos
como las horas del reloj
pero también sabemos la maniobra
de los navíos que fondean.
A sotavento de una singladura
en el cuadrante estático de las estrellas
quedó parada esta hora.
El cadáver del mar
hizo del barco un ataud
humo de pipa, saudade
noche, silencio, frío
Y quedamos nosotros solos
sin el mar y sin el barco.
Nosotros.

Emilio Cao – Santiago, 1953