La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Martes de cuento


martes-de-cuentoMARTES DE CUENTO.
Pasaje a Isla Imaginada

Nona Escofet – autora
Emma Pumarola – ilustradora

Autoedición

Ya sé que os sorprenderá que hoy os escriba esta reseña sobre un libro de cuentos infantiles, pero es que no es un libro cualquiera. MARTES DE CUENTO. Pasaje a Isla Imaginada es un precioso libro que contiene diez cuentos, a cual más bonito, escritos por  Nona Escofet e ilustrados por los mágicos dibujos de Emma Pumarola.

Estas diez historias componen un mosaico lleno de imaginación que fascinará a los niños a los que se los leáis o a los que puedan leerlos ellos solos. Si me preguntarais para que edades son recomendables, no dudaría ni un momento… entre 0 y 100 años es la edad más adecuada para adentrarse en la magia de estas palabras.

presentacion

Nona Escofet y Emma Pumarola

La niña sabia, nos muestra el candor y la sabiduría de los niños. El niño y la ballena, es un acto de amor a la naturaleza a través de los gestos del pequeño Yuko. Mi abuela es única, me arrancó unas sonrisas porque mi vi reflejada como abueli. Blancanieves, en su adaptación del cuento de los Hermanos Grimm me eliminó el regusto amargo que siempre me dejó este cuento. Guillermina, la gallina voladora, del que aprendemos que con esfuerzo y tesón todo se puede lograr.

Y así podría continuar comentando cada uno de estos cuentos, pero es mucho mejor y mucho más conveniente que disfrutéis personalmente de sus lecturas y del placer de tener entre la manos un objeto llamado libro que contiene el preciosismo de las imágenes y la magia de las palabras.

No lo dudéis… regaladlo a adultos que sepan apreciarlo, pero sobre todo os recomiendo que os lo regaléis. No os vais a arrepentir. Y a los niños, regaladlo a todos los niños de vuestra familia y amigos porque recordad… un niño que lee será un adulto que piense.

Os dejo el enlace del blog donde podéis comprar el libro y donde podréis disfrutar de la lectura de un cuento cada martes  https://martesdecuento.com/

¡Felices lecturas, amigos! 

 

 


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Un lugar mágico


Barcelona 08.09 137

 

 

Hace unos años -cuando aún no vivía en Barcelona- vine unos días a recorrer la ciudad. Una mañana de agosto decidí adentrarme en la Barcelona Modernista.

Después de visitar la Sagrada Familia, el siguiente punto era llegar bien (sin perderme) a la Casa Milá (zona conocida) y decidí innovar y en vez de volver por Carrer d’Aragò, volví por Carrer de Valènçia. No me podía perder, en esa zona la estructura es en cuadrícula, ya lo sabía… el famoso Plan Cerdà. Y efectivamente, tampoco me perdí (cada vez estaba más contenta).

Barcelona 08.09 115

Así llegué a La Pedrera, pero había una cola de más de una hora según me dijo la chica, así que decidí probar suerte en la Casa Batlló y Oh fortuna!… no había casi nadie en la cola (debían haber ido todos a comer), así que aproveché y, aunque era ya más de la una y media y no había comido, me metí dentro y aquello fue como entrar en el paraiso.

Barcelona 08.09 110

Mi emoción se desbordaba. Después de Montserrat o la Plaça del Rei, pensé que nada de Barcelona podría emocionarme más, pero, nuevamente me equivoqué.

Cuando subía por la escalera, viendo como el azul de los azulejos del patio interior iba aumentando su intensidad, era como ir ascendiendo a los cielos. Cada estancia, cada ventana, puerta, escalera o rincón, era una auténtica joya modernista, era incapaz de terminar.

Iba y volvía a una estancia, bajaba la escalera para marcharme y volvía a subir para volver a remirar algo, y cada una de las veces descubría un detalle en el que no me había fijado antes y allí estuve casi tres horas.

Salí cerca de las cuatro y media, sin comer, sin beber pero llena de emoción… había merecido la pena, ya lo creo que la había merecido. A esas horas, comí un bocadillo en una terraza, una buena cerveza (para hidratarme, claro) y un café.
Barcelona 08.09 131

A las cinco y media, más o menos, me fui para el hotel, necesitaba una ducha y descansar un poco de ese día que estaba siendo tan perfecto. Y aún quedaba la tarde y la noche, que prometía seguir siendo fantástica.

Chelo Puente – abril, 2013


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Creer en la magia.


Como cada 5 de enero, habían pasado todo el día los cuatro juntos, habían comido fuera, habían visto la Cabalgata y habían vuelto a cenar a casa. 

Desde que nacieron los niños, se tomaban ese día libre, era su día mágico. La secretaria de ella sabía que para el 5 de enero no había citas, no había reuniones, no había viajes, no había nada. Él sabía que para ese día, había que hacer lo que fuera para tenerlo libre, cambiar guardias si fuera necesario.

Hacía horas que los niños estaba acostados y por fin parecía que dormían. Ellos se habían tomado ya su botella de cava, con los trozos de roscón que habían dejado para los Reyes, teniendo la precaución de dejar migas delatoras sobre el mantel de la mesa de la cocina, junto a los tazones de colacao que se habrían bebido los Reyes en su noche de peregrinaje, repartiendo regalos. Fue entonces cuando decidieron que era el momento de bajar todos los regalos de uno de los trasteros de la buhardilla, el único sitio que se cerraba con llave en aquella casa de puertas abiertas. Comenzaron a colocarlos donde siempre, sobre la alfombra, delante de la chimenea, los cuatro pares de zapatos en la entrada, perfectamente alineados, y cuando todo estuvo listo, se acostaron.

A la mañana siguiente, como siempre, serían poco más de las siete, cuando los dos críos llegaron al dormitorio de sus padres, empezaron a zarandearles, a levanterles los párpados, gritando ¡¡despiértate, levántate, que ya han venido los Reyes!!.

– A ver, a ver… ¿dónde están mis regalos? – gritaban los críos.
– Este, no… estos son los de las yayas… Todos éstos son los de los primos… Estos los de los tíos… ¡¡Éstos, éstos!! -y comenzaron a abrirlos.
– ¡¡Oh, que precioso es mi regalo!! – dijo ella al ver aquel bolso que tanto le gustaba y que no se compró porque le parecía demasiado caro.

Fue entonces cuando…

– ¡¡Mami, mami!! no has abierto tu regalo – dijo el niño pequeño.
– Sí, sí, mamá lo ha abierto, es el bolso que venía en esa caja grande – dijo su padre.
– No, no… aquí hay otro! y otro para ti! – dijo el pequeño, protegido por la cómplice sonrisa de su hermano, tres años mayor que él.

Állí, en una esquinita de la chimenea, había dos pequeños paquetes, que con letras infantiles ponían «mamá» y «papá», totalmente desconocidos para sus padres… Y ésa fue la forma en que aquel pequeño de 9 años, mágicamente asesorado por su hermano, les quiso decir… ya lo sé todo, pero sigo creyendo en la magia…

Muchos años después, han cambiado algunas cosas, pero aún la noche del 5 de enero, cuando todos duermen, entre sueños, se oyen pasos por el pasillo… son los Reyes Magos que llegan a dejar sus regalos… Shchiss no te despiertes, no te levantes, no abras lo ojos, que se rompe la magia.

Chelo Puente – enero, 2011.