La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


14 comentarios

Más allá del amor


Octavio Paz

Octavio Paz, 1914 – 1998

m

m

Para este miércoles pre-otoñal
nada mejor que un poema de

OCTAVIO PAZ

que este año hubiera cumplido 100 años
si no hubiera muerto en 1998.

m

m

m

m

MÁS ALLÁ DEL AMOR

Todo nos amenaza:
el tiempo, que en vivientes fragmentos divide
al que fui
del que seré,
como el machete a la culebra;
la conciencia, la transparencia traspasada,
la mirada ciega de mirarse mirar;
las palabras, guantes grises, polvo mental sobre la yerba,
el agua, la piel;
nuestros nombres, que entre tú y yo se levantan,
murallas de vacío que ninguna trompeta derrumba.

Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas,
ni el delirio y su espuma profética,
ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan.
Más allá de nosotros,
en las fronteras del ser y el estar,
una vida más vida nos reclama.

Afuera la noche respira, se extiende,
llena de grandes hojas calientes,
de espejos que combaten:
frutos, garras, ojos, follajes,
espaldas que relucen,
cuerpos que se abren paso entre otros cuerpos.

Tiéndete aquí a la orilla de tanta espuma,
de tanta vida que se ignora y se entrega:
tú también perteneces a la noche.
Extiéndete, blancura que respira,
late, oh estrella repartida,
copa,
pan que inclinas la balanza del lado de la aurora,
pausa de sangre entre este tiempo y otro sin medida.


6 comentarios

Reflejos color plata.


Sentados en la terraza del apartamento de vacaciones, aquella noche de verano ella leía su novela, él tenía la mirada perdida en un punto incierto del horizonte, allí donde la luna incidía con su brillo en las tranquilas aguas de un mar color plata.

– Qué diferente es este reflejo color plata de como yo lo veo en mi vida -dijo él pensando en voz alta.
– Perdón… ¿me hablabas? -contestó ella.
– Sí, te decía que últimamente veo que mi vida es color plata.
– ¿Qué quieres decir? -preguntó ella apartando por un instante la vista de su libro.
– Sí, es una sensación que me produce cuando intento mirar algo y los reflejos me impiden ver lo que hay detrás, como cuando la luz incide en un objeto y eres incapaz de reconocerlo por muy cotidiano que sea. Cuando los reflejos no me dejan ver bien aquello que quiero ver y opto por dejar de mirar, o mirar simplemente hacia otro lado y entonces, lo que veo me gusta mucho, me apasiona, es un fulgor que me ilumina y me llena de vida. Empiezo a ver reflejos y más reflejos por más sitios, por más rincones, por más situaciones cotidianas, y me hago preguntas. Entonces me fijo en ese entorno y percibo otros colores, otros sabores, otros aromas, otros deseos, otras sensaciones que hasta ese momento ni siquiera sabía que existían… y pienso, pienso que querría dejarme arrastrar por ese fulgor. Creo que ésto es mi color plata, ese reflejo que no me deja ver la luz.
– No entiendo lo que quieres decir. Me describes una sensación muy extraña, nunca he sentido algo así.
– No es sólo una sensación, mi inmensa pena es que vivo esos momentos, a veces -incluso- lo escribo y al leerlo me doy cuenta de que son reales, y éso me asusta, porque querría que esa luz cegadora eliminara todos esos reflejos color plata que llenan mi vida.
– Mira, tu luz cegadora -dijo ella.
– No te burles… esa luz es el destello del faro.
– Creo que te ha dado demasiado el sol. Anda, vamos a dormir.
– Ve tú… yo iré luego -dijo él- y se quedó sentado, soñando con que quizá algún día se atrevería a mirar hacia otro lado, hacia su luz cegadora que le borraba los reflejos color plata, y siguiendo con la mirada aquella luz del faro que era la única que tenía en ese momento.

©Chelo Puente – septiembre, 2011

Nota: Este relato nació tras una conversación con Josep Aguilella, una noche de verano en la que hablamos de lo humano y lo divino, y por ésto también, todo mi agradecimiento.


3 comentarios

Naturaleza casi muerta.


 

Naturaleza casi muerta
Carme Riera – Palma de Mallorca, 1948
Edit. Alfaguara – enero, 2012

Inspirada en un hecho real como fue la desaparición de un alumno Erasmus en noviembre de 2007, comienza esta primera y única novela negra, con la que ha sorprendido a todos la académica Carme Riera.

A principios del mes de diciembre y en pleno conflicto de ocupación de los anti-Bolonia, en la Universidad Autónoma de Barcelona se pone de manifiesto la desaparición de un alumno Erasmus de origen rumano, Constantinu Iliescu. Tanto la que se denomina su novia como dos compañeros más, denuncian ante el Decanato la desaparición de Iliescu. Sin embargo, nada hace pensar que esta desaparición no haya sido voluntaria, y éso es lo que opinan los profesores y la Jefatura de la Universidad.

No obstante, transcurridos unos días sin que Constantinu aparezca, comienzan a suceder extrañas muertes, terribles y macabras que convierten el campus de la Universidad en un lugar muy poco seguro. Un equipo de policía, con la subinspectora Manuela Vázquez, comienza una investigación que se va complicando poco a poco y a medida que se van descubriendo nuevas pistas, más que aclarar las cosas, se van oscureciendo.

En una mezcla de tensión, intriga y crítica social de los alumnos-okupas, se va desarrollando la acción a un ritmo adecuado para mantener la intriga y las ganas de conocer el final. La combinación de infidelidades, envidias, celos intelectuales y amorosos se dan cita en esta novela, en la que también intervienen determinados perfiles psicológicos. Y así es como Carme Riera se ha adentrado -con este libro- en el género de novela negra. No sabemos si habrá más, ya que -parece que ha dicho- le resulta muy difícil escribir novela negra.

Numerosísimos Premios son los que ha obtenido la autora a lo largo de toda su carrera literaria. Premios como el Premi Ramon Llull de Novela, en 1989; el Premi Josep Pla, en 1994; el Premio Nacional de Narrativa, en 1994; el Premi Lletra d’Or, en 1995; la Creu de Sant Jordi, en 2000; o el Premi Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya, en 2001, así como ocupar el sillón de la letra n desde abril de 2012 como académica de la Real Academia de la Lengua española.

De esta novela se ha dicho…

«Excelente novela de intriga. La extraordinaria minucia narrativa, la dosificación de la información y la sabia manera de desvelar las pistas crean una tensión en la lectura que no acaba hasta la última página.»
XAVIER PLA, Avui

«Riera es una perfecta conocedora de la ortodoxia de la novela negra y ha respetado las complejas normas que este género impone.»
ANDREU MARTIN, escritor

Chelo Puente – julio, 2012


9 comentarios

Orgullosa de vosotros, de ellos NO.


Ayer, cuando asistía a la manifestación y veía las pancartas de los Funcionarios (sí, lo pongo con mayúsculas porque merecen todo mi respeto y mi agradecimiento) de hospitales, centros de salud, institutos, colegios, escuelas infantiles, universidades, bomberos, policías, administraciones, etc. me dio por pensar cómo sería nuestra vida sin ellos, y me vino a la memoria un día tristemente aciago, como fue aquel 11M.

Yo entonces, vivía en Madrid y recuerdo aquel día y los siguientes con tremenda claridad, porque -a pesar de vivir en un país «sin memoria»- yo, afortunadamente la mantengo intacta.

Recuerdo perfectamente el impresionante esfuerzo de los Funcionarios aquellos días de pánico… recuerdo perfectamente el esfuerzo de Funcionarios-bomberos en los puntos donde se produjo aquella tremenda desgracia; recuerdo a los Funcionarios-sanitarios trabajando contrarreloj mil horas seguidas en sus puestos sin tener en cuenta si su turno había terminado o no; recuerdo a los Funcionarios-maestros cuidando de que los nenes sufrieran el menor trastorno posible; recuerdo a los Funcionarios-profesores tratando de explicar lo inexplicable a sus alumnos adolescentes; recuerdo a los Funcionarios que atendían las llamadas de la gente que necesitaba saber; recuerdo… los recuerdo a todos.

Pero, no recuerdo que el Sr. Aznar (presidente del gobierno en esa fecha) dijera… chicos sois geniales, habéis hecho un esfuerzo tan ingente, trabajando horas y horas seguidas en una situación de tremendo estrés, y os estoy tan agradecido en representación del país, que os voy a dar una paga extra… no lo recuerdo, no… ni recuerdo que les pagaran las horas extras ni de día ni de noche… pero claro, el señor presidente andaba ocupado mintiendo como un bellaco a todo un país, y además le apeteció jugar a las guerras, pero como no tenía causa objetiva, se la inventó, porque lo importante era salir en la foto, si, en aquella de las Azores, para vergüenza de todos los españoles de bien.

Y también me pregunto yo ¿gastarse el dinero de un país en hacer una guerra sin motivo está bien? ¿por qué Rajoy no le pide explicaciones a Aznar (que es de los suyos) por los miles de millones de euros que nos costó participar en la invasión de Iraq? ¿por qué no le pide el dinero, nuestro dinero, el que dilapidó? ¿éso no es vivir por encima de nuestras posibilidades?…

Por éso, ya que no os lo dicen ellos, os lo digo yo ¡¡ESTOY ORGULLOSA DE VOSOTROS!!, señoras y señores Funcionarios. Necesito saber que si enfermo, estáis ahí para cuidarme; que estáis ahí formando a nuestros niños y jóvenes; que cuidáis de nuestras propiedades; que cuidáis de nuestros bosques; que cuidáis de prevenirnos riesgos; que nos ayudáis a hacer cualquier gestión… en definitiva, que hacéis que nuestra vida sea un poquito mejor.

Chelo Puente, julio 2012


5 comentarios

La música une.


Con puntualidad británica, a las diez en punto de la noche comenzaba la emoción. En un lugar singular -el Teatre Grec- que, si bien no es un teatro originario griego -se construyó en 1929- es magnífico para asistir a un sensacional concierto, como lo fue el de anoche.

Se cumple el vigésimo aniversario del asedio de la ciudad de Sarajevo, y Jordi Savall i Herpèrion XXI, nos regalaron anoche un placer musical inigualable. Con el nombre de Sarajevo, diàleg de les ánimes, rindieron un homenaje a esta ciudad que fue cruce de culturas, llamada la Jerusalem de los Balcanes.

Con la lectura de una breve historia de Sarajevo en el pasado, y lo que fue uno de los episodios más violentos de la historia reciente, comenzó este concierto conmemorativo, en homenaje a un pueblo que resistió heróicamente un brutal asedio.

El maestro Savall dirigió a estos dieciseis músicos, que nos ofrecieron un mestizaje cultural a través de la música religiosa: ortodoxa, católica, musulmana y judía sefardita, con la clara intención de demostrar que la música une. Además de ésto, disfrutamos escuchando a dos solistas invitados: Lior Elmaleh (Israel) y Eirini Derembei (Grecia), dos intérpretes de maravillosa voz que acompañaron al resto de músicos originarios de Israel, Grecia y Los Balcanes.

Cuando todo indicaba que estaba a punto de terminar, nos ofrecieron una bellísima pieza en la que intervenían todos los instrumentos, todos los músicos y todas las voces. Pero, poco a poco, fueron desapareciendo los sonidos de los instrumentos, las voces de los cantantes y comenzaba a percibirse una voz que finalmente se quedó sola, y en un silencio casi sepulcral, durante unos minutos el aire se llenó con los sonidos de la preciosa voz de Montserrat Figueres, y cuando terminó, tras un instante de respetuoso silencio, el aplauso fue clamoroso para una mujer que nos dejó recientemente, pero cuya voz no nos abandonará jamás.

Con la sencillez y la humildad que da la sabiduría del maestro, Jordi Savall dirigió este concierto al tiempo que era un músico más. Un leve movimiento del arco, una inclinación de la cabeza o una discreta mirada, fueron suficientes para que todos sonaran perfectamente. Cuando le observaba, recordaba las palabras de un amigo que siempre dice que no se puede dirigir como si se estuviera espantando moscas, y tiene mucha razón… debe de ser por éso que sólo a unos pocos se les llama maestro.

Chelo Puente, julio 2012


Deja un comentario

Música. Je crois entendre encore. David Gilmour.


Os deseo Bona nit, Gabón, Boas noites, Buenas noches… creo que yo todavía escucho bajo las palmeras su voz tierna y sonora, como un canto de palomas… y con David Gilmour reinventado a Bizet os digo hasta mañana… y te lo dedico a ti… sí, sí… es a ti

…y te deseo que sueñes con tu sueño…

 


3 comentarios

Jean Cocteau.


Corría el año 1889 con su lento caminar y cuando había traspasado ya el ecuador, un 5 de julio venía al mundo cerca de París un niño llamado Jean Maurice Eugène Clèmont Cocteau, que con el transcurrir de los años sería el polifacético y genial JEAN COCTEAU (Maisons-Lafitte, 1889 – Milly-la-Foret, 1963)

Novelista, poeta, dramaturgo, pintor, crítico, diseñador y cineasta francés, que -con tan sólo diecinueve años- ya fue considerado por Eduoard de Max un joven prodigio de la poesía, pero fue su versatilidad lo que le proporcionó fama mundial y una obra -en todas sus facetas- muy extensa.

Se le asocia con el surrealismo y será influencia para otros escritores y cineastas de la época. Yo supe de él por primera vez cuando era muy jovencita, casi recién entrada en la Universidad. Me acuerdo bien de aquella mañana en que asistí a un seminario en el que se proyectaba un corto suyo, de un toque surrealista total. Aún recuerdo una escena que se me quedó grabada para siempre: unas personas llevaban en comitiva un féretro cuando se les despeñó por un barranco y el muerto fue a parar al fondo y terminó en el suelo, lleno de tierra. Una situación totalmente surrealista.

Y -como siempre- hoy le recuerdo trayendo sus propias palabras…

«El verdadero realismo consiste en revelar las cosas sorprendentes que se mantienen ocultas por la rutina y nos impiden ver»

Chelo Puente, julio 2012