
John Clare. Inglaterra, 1793-1864
Hoy que vuelve a ser miércoles os traigo un poema un tanto especial, dado que su autor lo compuso en una etapa muy crítica de su vida, mientras estaba internado en un manicomio, completamente aislado de familia y amigos.
Gracias a una enfermera que le cuidaba, este poema logró salir de las cuatro paredes de su celda. Lo he traído porque refleja la lucha interna de su autor por encontrar su yo más individual, y como muestra de que, hasta en las condiciones más adversas, el poeta surge a través de sus versos. Esto es lo que le ocurrió a
JOHN CLARE
YO SOY
Yo soy: sin embargo, lo que soy nadie conoce o le importa,
mis amigos me abandonan como a un recuerdo perdido;
yo soy el consumidor de mis males,
se levantan y desaparecen en el anfitrión inconsciente,
como sombras en el amor y el olvido de la muerte;
¡y sin embargo, yo soy! Y vivo como las sombras echadas
en la nada del desprecio y el ruido,
en el mar vivo de los sueños despiertos,
donde no hay sentido de la vida ni alegrías,
pero el gran naufragio de los afectos de mi vida;
siempre los más queridos —los que más amé—
son ahora extraños, más y más extraños todavía.
Añoro lugares donde el hombre nunca haya pisado;
un sitio donde ninguna mujer haya sonreído o llorado;
para vivir allí con mi creador, Dios,
y dormir como dormí dulcemente en la infancia:
yaciendo imperturbable y despreocupado;
la hierba debajo, encima el cielo abovedado.