LAS OLVIDADAS:
UNA HISTORIA DE MUJERES CREADORAS
Ángeles Caso
Edit. Planeta, 2005
Os aseguro que alguien se acordará de nosotras en el futuro. Han tenido que pasar casi tres mil años para que esa frase de Safo a sus compañeras poetas se convierta en realidad. Entretanto, generaciones y generaciones de mujeres vivieron confinadas en el silencio, la ignorancia y la sumisión al poder masculino. Sin embargo, muchas escaparon a las normas y trataron de desarrollar su inteligencia y su talento, logrando comunicarse a través de sus propias obras. Mujeres creadoras y sabias, escritoras, artistas o compositoras que se rebelaron contra el orden imperante y tuvieron que vivir entre dudas, temores y persecuciones.
Algunas de estas mujeres llegaron a obtener el reconocimiento de los artista contemporáneos, como estas:
Hildegarda de Bingen ( Bermersheim vor der Höhe, 1098-1179)
Consejera de papas y emperadores. Escribió obras de teatro, libros de medicina, composiciones musicales y tratados de herborística. Se la llama la profetisa teutona. Fundó varios conventos y fue predicadora, algo extraño en una mujer. Creó varias obras pictórica y en su pintura empieza a crear algo de volumen. Fue una gran humanista a pesar de que precede al Renacimiento, por lo que se adelanta al propio concepto de humanismo. Tiene acceso a los libros de los grandes monasterios y escribe sus revelaciones místicas, lo que le proporciona el título de doctora de la Iglesia. Fue creadora de una lengua ignota, similar al alfabeto élfico.
Beatriz Galindo ( Salamanca, 1465 – 1535)
Fue escritora y humanista nacida en Salamanca, maestra de latín y gramática de la reina Isabel la Católica y preceptora de sus hijos. Debido a su singular inteligencia sus padres la destinaron al claustro, y por ello tomó clases de latín y gramática. Cuando aún era una jovencita leía y traducía textos clásicos, además de hablar y escribir con fluidez en latín. Se la conocía como la latina. Dominaba el griego y era gran conocedora de la obra de Aristóteles. Cuando ya estaba preparada para ser monja, la llamó a la corte Isabel la Católica y fue cuando se convirtió en maestra y preceptora de los hijos de la reina, siendo una mujer muy admirada en la corte.
Sofonisba Anguissola (Cremona, 1535-1625)
Retratista en la corte de Felipe II, y de la que os he hablado hace unos días en relación a la exposición que se celebra en el Museo del Prado. Fue instruida por su padre junto a sus otras cinco hermanas para que fueran pintoras. Cuando en 1554 viajó a Roma conoció a Miguel Ángel, que accedió a formarla en dibujo y bocetos. Como mujer que era no podía estudiar anatomía, ni tomar modelos desnudos. Fue dama de compañía de Isabel de Valois y tutora de Isabel Clara Eugenia. Al estar en la corte trabajó mucho con Sánchez Coello, por lo que algunos retratos que se le atribuían a él han resultado ser de Sofonisba Anguissola. Su fama llegó hasta Vasari, que elogió su trabajo. Es espectacular la forma que tiene de componer sus obras y destacan sus fabulosos retratos y autorretratos.
Luisa Ignacia Roldán (Sevilla, 1652 – 1706)
Conocida como La Roldana fue la primera mujer española escultora que aparece registrada como tal. Practicó el oficio de su padre, Pedro Roldán, e incluso le superó en el arte de la escultura, según manifestaron los expertos de la época. Fue una de las artistas más importantes del Barroco en Andalucía. Realizó varias figuras para procesiones a tamaño natural en madera o barro cocido para pintar, así como belenes de terracota. Tal fue la fama de su trabajo que dejó Sevilla y se trasladó a Madrid, donde fue la escultora de cámara para los reyes Carlos II y Felipe V hasta que se produjo su fallecimiento.
Artemisia Gentileschi (Roma. 1593 – 1654)
Ella se saltó todos los límites, tanto desde el punto de vista artístico como personal. Alcanzó absoluta independencia en los dos campos y fue la pintora más prodigiosa de la historia del arte, la que llegó más lejos en el desarrollo de su talento y de su personalidad innovadora y única.
El haber sido violada por uno de los alumnos, incluso amigo, de su padre transformó por completo su vida y el carácter de su obra.
En 1610, con solo diecisiete años, firmó y fechó su primera obra, Susana y los viejos, una historia con un fuerte contenido erótico. Durante su época florentina consiguió una maestría tan asombrosa que fue aceptada en la Accademia del Disegno. Era la primera vez que una mujer consiguió entrar en el recinto del arte de Vasari, del que habían formado parte los más grandes, como Tiziano o Miguel Ángel.

Ángeles Caso. Gijón, 1959
Yo os he citado estas cinco pero hay muchas más que, aunque fueron valoradas y muy importantes en su época la historia las borró de sus índices, condenándoles a permanecer en la sombra y el silencio del que ellas intentaron escapar. Por ello este hecho forma parte del desconocimiento de la mayoría de las personas, dado que ninguna de ellas aparecía en los libros de historia.
Ángeles Caso ha estudiado la vida y obra de todas estas mujeres creadoras y ha tratado de plasmar en este libro LAS OLVIDADAS: UNA HISTORIA DE MUJERES CREADORAS el permanente desprecio demostrado hacia el arte de estas mujeres, artistas excepcionales que fueron precursoras, varios siglos antes, de las mujeres creadora del mundo actual.
Un libro muy, pero muy interesante de leer, en el que aprenderás un montón de cosas y donde constatarás lo difícil que fue y es para las mujeres destacar en un mundo diseñado para los hombres.
Léelo, es imprescindible.
¡Felices lecturas, amigas y amigos!
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