¡Hoy cumplo un año más!
Como cada vez que ésto ocurre, paso unos días un poco reflexiva, unos días de reflexión pre-cumple y unos días de reflexión post-cumple, porque realmente para mí es a partir de esta fecha cuando empieza un nuevo año.
Tradicionalmente, es el 31 de diciembre cuando casi todo el mundo hace repaso de su vida, de los logros que ha conseguido y de aquellos que han quedado pendientes de conseguir, cuando se plantean los buenos propósitos, los nuevos objetivos que deseas alcanzar y un repaso del grado de satisfacción de tu vida.
Así pues, en estas cosas ando yo estos días… haciendo balance, y he llegado a la conclusión de que el balance es positivo. Como ya no cumplo 20 años, tengo mucho que «balancear» y no me arrepiento de casi nada de lo que he hecho, ni me arrepiento de casi nada de lo que no he hecho.
Durante estos años, he perdido y he ganado, pero la madurez me ha enseñado a ganar con humildad, siempre con humildad, y a perder con elegancia. He aprendido a saber ganar, pero sobre todo a saber perder, y como decía Lola Beccaria en el prólogo de un libro suyo… «pierde, vuelve a perder, pero la próxima vez pierde mejor» y esa es una buena enseñanza, perder, pero perder sin perder los papeles, es a lo que yo llamo perder con elegancia.
Bueno amigos, pues con estas y otras cosas vuelvo de las vacaciones a la actividad del blog, este rincón en el que siempre sois bien recibidos y deseo que hayáis pasado unas buenas vacaciones.
¡Bienvenidos, amigos!
2014 © chelopuente