No hay nada como volver de las vacaciones y encontrarte con una exposición como esta para sobrellevar la vuelta a lo cotidiano.
Con el título de Paseos de Nobel me recibió esta muestra que cierra con la llegada de septiembre, concretamente el día 2. En ella desde el año 2005, el fotógrafo barcelonés Kim Manresa y el periodista Xavi Ayén, también barcelonés, se han dedicado a recorrer el mundo fotografiando y entrevistando a los premios Nobel de Literatura, y esta muestra es el magnífico resultado que se ha estado exhibiendo en Caixaforum de Barcelona, y que la propia Academia sueca ha incorporado a su Museo Nobel de Estocolmo.
A los autores los vemos en plena acción, en sus lugares donde habitualmente escriben y mostrándonos las manos de las que han salido las letras más valoradas de la historia de la literatura contemporánea.
Gabriel García Márquez me recuerda el inicio de su obra cumbre… Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde en que su padre lo llevó a conocer el hielo… y en esa mismo momento descubrí Macondo. Recuerdo aquel momento de hace muchos años en que abrí por primera ver sus páginas con miedo a que no me gustara, y se convirtió en uno de esos libros que me dejaron huella.
Doris Lessing se muestra con su cara bondadosa que conserva aún la frescura de sus años de juventud cuando, con su hijo a cuestas, llegó a aquel Londres que sólo le permitió entonces vivir con él en pensiones de mala muerte. Aunque su obra cumbre es El cuaderno dorado, yo recuerdo la maravillosa experiencia que me produjo la lectura de De nuevo el amor, que me mostró una visión tan extraordinaria del amor.
Sabía que me encontraría con mi admirado José Saramago. Cuánto he disfrutado con la lectura de todas sus obras, qué maravillosa aventura fue adentrarme en la historia de Memorial del convento, que hace mediocres todas las demás historias alrededor de la construcción de cualquier catedral o convento. Qué sensación tan inquietante me recorrió el cerebro durante la lectura de Ensayo sobre la ceguera, y así podría continuar con más de sus obras.
Qué sensación tan placentera fue descubrir a Naguib Mahfuz y la vida de El callejón de los milagros, y de sus gentes que clases media y popular sentados en el café en las tarde de El Cairo, viendo la vida pasar y formando parte de ella. Vivir los anhelos de Hamida, la joven que sueña con casarse con un hombre rico que la saque del callejón.
Encontrar a Nadine Gordimer era de esperar. Sudafricana de padre lituano y madre londinense se estrenó con unos relatos cortos y terminó siendo Premio Nobel en 1991. Luchadora, combativa y una voz fuerte, alta y clara por la igualdad.
Y tantos más que no incorporo por no extenderme… Dario Fo, Kenzaburo Oé, Toni Morrison, Orham Pamuk, Herta Müller, Imre Kertész, Mario Vargas LLosa… y otros de los que todavía no he tenido ocasión de leer nada, como Wole Soyinka o Svletana Aleixevich… pero ahora termina el verano, comienza el otoño que es una preciosa estación para descubrir nueva literatura que nos permita seguir soñando.