Sí, sí, ya estoy de vuelta de mis vacaciones. Bueno en realidad hace más de un mes que he vuelto, pero no he tenido tiempo de escribirte. Pero hoy te voy a contar algo que me pasó el otro día.
Verás. La otro mañana estaba sentada en una terraza tomando un café, sí, sí, en una terraza, porque, aunque estemos ya en otoño, aún las mañanas soleadas son muy agradables para sentarse fuera.
Como te decía, estaba allí tomando mi café y en una mesa de al lado había tres chicas -de unos cuarenta años más o menos- que charlaban animadamente de las vacaciones, de sus parejas, en fin, ya sabes, de sus cosas.
Al estar sola, irremediablemente, oía lo que decían, pero no porque yo sea una cotilla, sino porque estaban justo a mi lado. Pero realmente empecé a prestar atención intencionada cuando escuché ésto que te voy a contar…
– Oye, vosotras ¿cuándo haceis el amor? ¿con qué frecuencia? – preguntó la rubia.
– Yo todos los fines de semana -contestó la morena.
– Ah! pues muy bien, viernes, sábado y domingo -dijo la morena- ¿y tú?.
– Yo, los dias que empiezan por M -contestó.
– Bueno, no está mal, martes y miércoles -dijo la rubia.
– ¿Y tú, Neus, que no dices nada? – preguntaron las dos al unísono a la amiga peliroja que no había hablado.
– Yo, los días que empiezan por D -contestó.
– ¡Uy, pobrecita, sólo los domingos! -se asombraron sus amigas- claro,será porque no tienes pareja estable…
– No, es porque… ¡soy catalana!… Dilluns, Dimarts, Dimecres, Dijous, Divendres, Dissabte y Diumenge.
Figúrate, querido amigo, la cara que se les quedó a sus amigas, que se pensaban que ella lo tenía más difícil, jajaja.
Bueno, otro día te cuento más cositas.
Besitos.
octubre, 2013 © chelopuente