Siempre me gustaron y me inquietaron los desiertos porque ejercen en mí una especie de fascinación y de temor al mismo tiempo. Será por su inmensidad, por su quietud, por su magia oculta. Las extensiones de dunas de arena son interminables y el efecto del sol hacen que termines viendo visiones… son los espejismos.
Pero hoy no voy a hablar de desiertos en general, sino de uno muy particular del que seguro que muchos de vosotros ya habéis oído hablar, incluso seguro que algunos habéis estado. Yo, aún no. Me refiero al Desierto de Atacama.
El Desierto de Atacama se extiende por todo el norte de Chile y abarca varias regiones entre las que está la de Atacama, al norte. Este desierto ocupa una superficie de más de 100.000 km2. Es de los denominados de tipo costero frío y está delimitado por el Océano Pacífico al oeste y por la Cordillera de los Andes al este. Y es en este desierto donde encontramos el desierto florido.
El desierto florido es un fenómeno muy excepcional que se produce aquí, en el Desierto de Atacama, considerado el más árido del planeta y viendo estas fotos parece que este término sea una exageración, pero así es, lo dicen los expertos.
Bien, y en qué consiste este fenómeno, os preguntareis. Consiste en la aparición de una gran cantidad y diversidad de flores entre los meses de septiembre y noviembre, en los años en que las precipitaciones en la zona son más abundantes de lo habitual para una zona de desierto. Es un fenómeno excepcional y único en el mundo que ocurre cuando las lluvias hacen que una gran cantidad de semillas y bulbos, que se encuentran medio escondidas en la tierra, germinen al llegar la primavera, dejando este espectáculo natural tan grandioso
Además de este maravilloso fenómeno, el Desierto de Atacama es considerado uno de los mejores lugares del mundo para observar el firmamento. Su altura respecto al nivel del mar, la escasa nubosidad y la ausencia casi total de contaminación lumínica y radioeléctrica hacen que la visibilidad del cielo nocturno sea muy nítida. Por esta razón, más de una docena de observatorios se encuentran instalados en este desierto, lo que hace que Chile posea el 40% de la observación astronómica mundial y por ello se le denomina los ojos del mundo.
Pero, como siempre, la dicha nunca es completa y durante los últimos años, debido al gran número de turistas, el comercio ilegal de estas especies, las carreras automovilística en el desierto… los ecologistas están denunciando la destrucción progresiva de este patrimonio natural único en el planeta, lo que ha llevado al gobierno chileno a establecer una serie de informaciones y prohibiciones que intentan mitigar el daño que se produce a este mágico espacio.
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