La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Educación


autobusQuerido amigo,

Hace tiempo que no te escribo porque he estado muy ocupada con mis cosas, pero hoy te quiero contar algo muy curioso que le ha pasado a una amiga mía.

Verás. El otro día iba mi amiga en el autobús con su hijo adolescente y -como siempre- aprovechaba ella para hablar con él de algún tema importante, o como dice él para soltarle el rollo. En este caso le hablaba de la educación, de lo importante de ser educado, de comportarse de manera adecuada en cada momento y lugar, con cualquier persona sea mayor, mediana o pequeña de edad, de mostrarse siempre educado y así sucesivamente.

Afortunadamente para mi amiga, esa tarde había bastante tráfico, así que le dio tiempo a explayarse todo lo que ella quería y necesitaba para recalcarle bien lo importante que era tener y demostrar educación.

Mientras tanto, el muchacho aguantaba estoicamente y en silencio las observaciones de su madre. No, la madre de mi amiga no, mi amiga, que es la madre del adolescente, no te líes. Bien, pues como te decía, el chaval aguantaba, pero no decía nada y eso a mi amiga no le gusta, porque ella lo que quiere es una interacción con él, alguna señal que le muestre que está entendiendo lo que le está explicando y que dé su opinión. Sí, como aquello de envíame una señal, pero no tan bíblico, algo más coloquial, más de acorde con los tiempos, ya me entiendes.

Así que cuando estaban llegando a su parada, preparados ya para bajar del autobús y rodeados de toda la gente que bajaba en la próxima, con esa voz cavernosa y fuerte que se les pone a los adolescentes masculinos, le dijo a mi amiga… Mira mamá déjalo ya, que lo he entendido a la primera. La educación es como una erección, si la tienes se nota… y claro, mi amiga se quedó cortada, pero claro, no tuvo más remedio que reconocer que, efectivamente, lo había entendido a la primera, mientras que a un señor mayor -que estaba a su lado- se le dibujó una amplia sonrisa. Y yo, cuando me lo contaba pensaba, pero qué listísimo es este chico y lo bien que lo entiende todo.

Un beso, amigo mío. Otro día te cuento más cosas interesantes.

Chelo Puente – mayo, 2013

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