Hojeando el ejemplar de El retrato de Dorian Gray que tengo en mi biblioteca privada me he encontrado con este fragmento tan preciso y exacto…
«Quizá el amor pudiera cruzarse en su vida, purificándolo y protegiéndolo de aquellos pecados que ya parecían agitársele en la carne y el espíritu: aquellos curiosos pecados todavía informes cuya indeterminación misma les prestaba sutileza y atractivo. Tal vez, algún día, el rictus de crueldad habría desaparecido de la delicada boca y él estaría en condiciones de mostrar al mundo la obra maestra de Basil Hallward…»
Fragmento de El retrato de Dorian Gray Oscar Wilde – Dublín, 1854 – París, 1900.
Cuando en 2010 se publicó esta novela, tuve ganas de leer a Kirmen Uribe, y es que siento una especial predilección por los autores nuevos (para mí) -jóvenes o maduros, no hago distinciones- que acaban de ser descubiertos por el mundo literario, porque siempre tengo la esperanza de que llegarán con aires nuevos.
Kirmen Uribe nació en Ondárroa (Vizcaya) en 1970. Es licenciado en Filología Vasca y ha traducido a Raymond Carver o a Sylvia Plath.
En 2003 se tradujo al castellano su libro de poemas Mientras tanto dame la mano, que había escrito en 2001 en euskera con el título Bitartean heldun eskutik, y del que Patxi López recitó uno de sus poemas el día de su investidura como Lehendakari.
Kirmen Uribe – Ondárroa, 1970
Bilbao-New York-Bilbaose desarrolla durante un viaje en avión entre Bilbao y Nueva York, como indica su título. Este viaje le da pie a narrar la historia de su familia, la historia de tres generaciones, tomando como punto de partida el día en que su abuelo supo que iba a morir y que quiso llevar a su nuera a un museo a ver por última vez un cuadro de Aurelio Arteaga.
La primera parte narra la historia de su abuelo, que tenía una caseta de playa y que se relacionaba con la gente bohemia del mundo del arte; la segunda es la historia de su padre, un marinero; y la tercera es su propia historia. Se trata pues de una novela en torno a un viaje, algo que se ha utilizado en la literatura desde tiempos remotos, desde Homero a Joseph Conrad, pero a diferencia de esas otras narraciones, en ésta el personaje no va a salir renovado del viaje, porque el viaje esta tratado como un vehículo narrativo, casi un personaje más de la novela.
Esta fue su primera novela, escrita en euskera en 2008 (después llegó Lo que mueve el mundo, de la que ya os hablé en su momento). Desde entonces hasta su publicación en 2010, una traducción al castellano estuvo deambulando de editorial en editorial y nadie la publicó, a pesar de que ahora se encuentra traducida a trece idiomas. Hizo falta que se alzara como ganador del Premio Nacional de Narrativa 2009, para que desde 2010 esté disponible en las librerías en castellano y podamos disfrutar de ella todos los que, desafortunadamente, no podemos leer en euskera.
No perdáis la oportunidad de disfrutar de este magnífico viaje a través de sus páginas.
Fundada en fecha emblemática donde las haya – 14 de abril de 1931- por Ramon Mallafré Conill, la Llibreria Canudaha sido -durante más de 80 años- un referente cultural en Barcelona.
En sus más de 600 metros cuadrados, se mostraban más de 200.000 libros, en esta librería que sus propietarios definían como «de lance», término que puede traducirse como de segunda mano, de ocasión, anticuaria, de viejo… lo mismo da. Lo bueno era que en esta magnífica librería se podía encontrar todo tipo de libros; caros y baratos, antiguos y modernos, raros y curiosos.
Además, este gran local no sólo se dedicaba a la venta de libros, sino que durante algunos años, también se celebraban subastas de cuadros -los sábados por la tarde- en la sala posterior del local, presidida por un busto de Cervantes. Tanto es así que -hasta su cierre- el rótulo de la entrada decía Sala de arte Canuda. Allí se subastaba pintura figurativa de los artistas noveles locales.
Originariamente su nombre era Librería Cervantes, pero poco a poco se fue convirtiendo en la Llibreria Canuda, por estar en la calle Canuda, de Barcelona y porque sus clientes y visitantes así la llamaban, y con ese nombre se quedó.
Durante muchos años fue punto de encuentro y de visita de cualquier amante de los libros que recorriera una ruta literaria, pero si a eso le añadimos que -al parecer- fue la inspiración de Carlos Ruiz Zafón para el cementerio de libros de su novela La sombra del viento, la convirtió en lugar de peregrinaje.
Sin embargo, un fatídico día de noviembre de 2013, su actual dueño -hijo del fundador- Santiago Mallafré se despedía con estas triste palabras: «Voy a cerrar el próximo 22 de noviembre, a las ocho de la tarde», porque lo que no consiguió ni siquiera la Guerra Civil, lo ha conseguido el dinero, y es que el propietario del local se lo alquilaba a una tienda de moda juvenil por un precio tan elevado que la librería no podía igualar.
Con este cierre, desgraciadamente, en Barcelona hemos perdido la posibilidad de seguir disfrutando de un rato entre sus libros. A mí, al menos me queda el buen recuerdo de haber llegado a Barcelona a tiempo de pasar una tarde entre la magia sus libros.