-Abrázame mucho rato -dijo ella. -¿Cuánto tiempo? -preguntó él. -Hasta que Sócrates sepa algo -contestó ella. Y él, desconcertado, alargó su abrazo hasta saber qué ocurría con Sócrates.
Ya estoy de vuelta de estas extrañas vacaciones. Volvemos a leernos, si tú quieres.
Volver a los versos del gran poeta griego, aunque nacido en Alejandría y que vivió casi toda su vida en Inglaterra
KONSTANTINOS PETROU KAVAFIS
es siempre una buena opción para elegir, porque sus poemas son concisos, porque evocan siempre emociones y ambientes relacionados con la cultura griega y porque es el poeta griego más importante del siglo XX y uno de los que más han influido en la poesía moderna.
VUELVE OTRA VEZ
Konstantinos Kavafis. 1863 – 1933
Vuelve otra vez y muchas veces, cógeme, amada sensación, regresa y cógeme, cuando la memoria del cuerpo se despierta y un antiguo deseo atraviesa la sangre, cuando los labios y la piel recuerdan, cuando las manos sienten que aún te tocan.
Vuelve otra vez y cógeme en la noche cuando los labios y la piel recuerdan.
La otra tarde estaba yo sentada en una terracita esperando a una amiga cuando de pronto empecé a escuchar la conversación de dos chicas que estaban en la mesa de al lado, y esto fue lo que descubrí.
-¡No sabes lo que me pasó el otro día! – Ni idea. Cuenta, cuenta. -Pues que me dediqué a perseguir a mi marido por toda la casa para quitarle la ropa. -¡Gualaaaa! Ya veo que tenías muchas ganas de sexo -le contestó riendo. -¡Qué va! Pero si yo lo único que quería era que me diera su ropa porque iba a poner una lavadora de color. -Jajajajajajajaja -fue la respuesta de la amiga.
Y tuve que contenerme porque me hubiera unido a la sonora carcajada.
Hoy he acudido a los versos de la gran poeta y amiga
MARÍA G. VICENT
con un poema que hoy le quiero dedicar a una persona muy apreciada por mí, que nos ha dejado demasiado joven, en una noche mientras el cielo se poblaba de estrellas. En el recuerdo quedan las temporadas de conciertos de música clásica, las cenas de después, las conversaciones,
alguna tarde de cine, las comidas del día de Reyes, los fines de semana de intercambio de niños
y otras cosas más, que vivimos mientras éramos más jóvenes.
EL ALMA
Mañana naceré, hoy se muere el alma. Mis ojos descubren la senda trazada en un largo año lleno de nostalgia. Nostalgia de un sueño y vidas pasadas. Mañana naceré, hoy no queda nada. Mi boca se cierra, sedienta, cansada de falsas promesas, de besos de agua, de caricias locas y sonrisas vanas. Mañana naceré, hoy no queda nada. Mis manos abiertas buscan la mañana.
La vida, la luz, la pasión, la calma. Mañana naceré, nacerá mi alma.
¡Buen viaje, mujer valiente, que el universo te acoja!