Esta semana se celebra en la ciudad universitaria de Getafe -sede de la Universidad Carlos III de Madrid- el denominado Getafe Negro, festival de novela policíaca de Madrid, cuyo comisario es el escritor Lorenzo Silva, en un afán de seguir poniendo en contacto a escritores y lectores, a partir del género negro.
Este año, que se celebra la duodécima edición, el festival tiene como país invitado a Noruega, país de primer orden en el género y altamente comprometido con la cultura.
Bien, pues en este marco , ayer tuve el privilegio de asistir a un encuentro con el gran escritor ANTONIO MUÑOZ MOLINA -presentado por Lara López- con el que compartimos un tiempo en el que nos fue regalando las claves y el camino que recorrió hasta concluir su última novela Tus pasos en la escalera, de la que ya os hablé la primavera pasada.
En esta charla, y con la maestría del que es un magnífico escritor, nos habló de la necesidad que tiene el escritor de saberlo todo de la realidad pero al mismo tiempo lo imprescindible que es el cuento, la ficción en la vida, no solo del escritor sino del propio ser humano.
También nos habló de que los elementos con los que trabaja la literatura son muy baratos pero absolutamente esenciales: la palabra, la oralidad con sus sonidos. Por ello son tan importantes las ciudades en su novela -Nueva York y Lisboa- porque ellas dos, con sus concordancias, nos transmiten los sonidos de la vida.
Para concluir me quedo con una frase que dijo y que, a partir de ahora, la haré mía porque define el acto de leer a la perfección: La lectura es el vicio que no tiene castigo. Con esto concluyó su exposición sobre la gran importancia que tiene la lectura para el escritor, cómo a través de ella se va nutriendo su capacidad de escritura y cómo le permite adentrarse en el mundo de la ficción.
Si aún no habéis leído Tus pasos en la escalera, hacedlo. Os aseguro que no os va a defraudar y que pasaréis unos ratos disfrutando de su lectura.
22 de octubre de 2019 en 12:10
«La lectura es un vicio que no tiene castigo». Me gusta. Un abrazo.
22 de octubre de 2019 en 13:53
Es una frase genial, verdad?
Un abrazo, Alfonso.
22 de octubre de 2019 en 14:32
Sí que es genial la frase, como no sea el castigo quedarse sin vista.
Un saludo, Chelo
22 de octubre de 2019 en 21:33
Muy ingenioso tu comentario.
Saludos.