La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.


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Buen viaje, Carmen Jodra


 

carmen

Carmen Jodra. Madrid, 1980 – 2019

El pasado 24 de julio emprendía su último viaje la joven poeta madrileña

CARMEN JODRA

Cuando solo tenía 38 años se nos fue para siempre a causa de un maldito cáncer que se la llevó hasta las estrellas, donde viven los versos.

Era licenciada en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid y en 1999, con solo 19 años obtuvo el Premio Hiperión, con su libro Las moras agraces, que consiguió un gran éxito, además de ser reeditado seis veces. Todos vieron en ella una auténtica promesa de la poesía, porque ya era la más brillante de su generación.

Como homenaje a esta mujer que nos dejó demasiado pronto, no hay nada mejor que sus propias palabras convertidas en versos.

Tampoco es esto lo que yo buscaba…

Tampoco es esto lo que yo buscaba.
Es mucho, pero aún no es suficiente.
No es más que otro camino diferente
que no lleva tampoco a parte alguna.

La pena sigue, si el placer acaba;
el más bello pecado no es potente
para cambiar las cosas, y el doliente
llora como lloró desde la cuna.

Ni la perversidad más deliciosa
logrará que me sienta yo dichosa,
como antes la virtud no lo lograba.

Ya tengo, y hago, y soy, lo que prefiero;
          de acuerdo, claro… pero
tampoco es esto lo que yo buscaba.

¡Buen viaje, Carmen Jodra!


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Chaika


Cosmonaut Valentina Tereshkova

Valentina Tereshkova, ingeniera y cosmonauta rusa ya retirada, nació en 1937 en la aldea de Bolshoye, óblast de Yaroslavl, en el centro de Rusia. Sus padres habían llegado como emigrantes procedentes de Bielorrusia. En una fábrica textil trabajaba su madre y tractorista era su padre, por lo que se deduce que era de origen humilde.

Tereshkova comenzó a ir a la escuela en 1945 a la edad de ocho años, pero la abandonó ocho años después, aunque continuó su educación a través de diferentes cursos por correspondencia. Pronto se interesó por el paracaidismo y con 22 años realizó su primer salto, cuando aún era una trabajadora textil. Este hecho la encaminó hacia su selección como cosmonauta, y fue escogida para unirse al grupo femenino de cosmonautas. De más de cuatrocientas candidatas, cinco fueron seleccionadas y Valentina Tereshkova la elegida para realizar un viaje al espacio.

Su proceso de instrucción incluyó pruebas de aislamiento, pruebas en centrifugador, teoría de cohetes, vuelos de ingravidez, naves espaciales de ingeniería, 120 saltos en paracaídas y formación de piloto en aviones de combate.

En 1963 Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer y primer civil que voló al espacio, aunque para ello la tuvieran que incluir, de forma honorífica, en las Fuerzas Aéreas Soviéticas. Su señal de llamada en este vuelo fue CHAIKA (gaviota en ruso), nombre que se le asignó en su honor a un asteroide. 

cráter

Cráter lunar Tereshkova

A pesar de las incomodidades y de los vómitos, Tereshkova pudo aguantar 48 vueltas alrededor de la Tierra, mantuvo el cuaderno de bitácora y tomó fotografías del horizonte, que tiempo después ayudaron a descubrir aerosoles atmosféricos. Aterrizó en el territorio de Altái tres días después y el vuelo finalizó con éxito.

Como dato curioso, en 1964 tuvo una hija, Yelena Andriánovna, que estudió y se convirtió en médico, pero lo curioso de esto no es que se convirtiera en médico sino que Yelena fue la primera persona nacida de padres que habían viajado al espacio.

En la cara oculta de la luna existe un cráter, el Cráter lunar Tereshkova que lleva su nombre como recuerdo de su gran azaña.

¡Otra mujer extraordinaria que ha pasado por la historia del mundo!


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Buen viaje, maestro Camilleri


El comisario Montalbano (cuyo nombre es un homenaje al que fue su gran amigo Manuel Vázquez Montalbán) se queda huérfano y yo triste recordando, además de su serie del comisario italiano, aquellas novelas más intimistas, más delicadas, más intensas. Hoy nos ha dejado el hombre pero el escritor se queda con nosotros.
Había dicho que de sus 15 amigos de la infancia ya solo quedaba él, que poco a poco la vida le iba dejando solo, sin embargo él se aferró a la escritura y le mantuvo en forma hasta el final, incluso después de haberse quedado ciego.

¡Buen viaje, maestro Camilleri!

camilleri

Andrea Camilleri. Italia, 1925 -2019


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El verano sin hombres


Maquetaci—n 1EL VERANO SIN HOMBRES

Siri Hustvedt

Edit. Anaagrama, 2011

Cuando Boris lzcovich dijo la palabra «pausa», Mia Fredricksen, de cincuenta y cinco años, que llevaba casada treinta con Boris, enloqueció. Porque lo que deseaba su marido era una pausa en su matrimonio, después de treinta años sin adulterios por parte de ninguna de las partes -aunque parezca increíble-, una hija encantadora que iniciaba su carrera de actriz y una relación entre ellos que había ido evolucionando desde el ardor guerrero de los primeros tiempos a la simbiosis casi telepática de los últimos. Hay que decir que la «pausa» de Boris es francesa, compañera de trabajo en el laboratorio -ambos son neurocientíficos-, joven y con buenas tetas. Pero la locura de Mia no fue más que una breve psicosis reactiva, y a la semana y media la dejaron marchar de la clínica donde había sido internada. Y éstos son los prolegómenos del verano en que Mia regresa a Sonden, la ciudad de su infancia, donde aún vive su madre en una residencia para ancianas activas e independientes.

siri

Siri Hustvedt. Northfiel (EE.UU), 1955

Ya tenía ganas de empezar a leer la obra de SIRI HUSTVEDT y he empezado con esta novela con la que he disfrutado mucho de su lectura. Una novela de mujeres, que no para mujeres. Sus personajes son todos femeninos y de una gran potencia. En ella nos muestra el poder de reacción y la fuerza que tiene una mujer como Mia para recuperarse de una etapa dolorosa de su vida, a la que, con un término bastante cómico llama Pausa, y la fragilidad de algunos hombres a los que, como a Boris, les dura el encantamiento de ese universo más joven que se abre ante él, bastante menos de lo que dura el verano.

EL VERANO SIN HOMBRES me ha parecido una novela fabulosa, tan real como la vida misma, en la que es difícil encontrar el límite entre la ficción y esa mundo real en el que vivimos cada día. Todo ello narrado con una prosa lírica, casi poética que me ha encantado.

En mi opinión, María Russo, de The New York Times la ha definido perfectamente: «El verano sin hombres es cómica, vital y brillante, aunque trate temas de vida o muerte» En fin, no os la perdáis y seguid a Siri Hustvedt, yo ya le he dado la bienvenida a mi mundo lector.

¡Felices lecturas, amigas y amigos!