El 11 de enero de 1966 moría en Suiza el pintor y escultor ALBERTO GIACOMETTI, que es característico por sus figuras estilizadas y de una expresividad fascinante.
Hijo de Giovanni Giacometti, pintor impresionista, vivió siempre rodeado de un ambiente artístico.
Desde muy joven destacó en la expresión escultórica, y cuando en 1922 se trasladó a París y vivió en Montparnasse, conoció y se rodeó de la élite artística de la época, gente como Joan Miró, Max Ernest, Picasso… o de escritores como Beckett o Sartre.
En seguida comenzó a mostrar sus esculturas en el Salón de Tullerías, y poco después ya era considerado uno de los escultores surrealista más importantes de la época, que supo plasmar en sus esculturas la forma en que él las veía, según su manera de ver la realidad.
«El hombre caminando»
Alberto Giacometti – Borgonovo, 1901 – Coira, 1966