Después de unos días de descanso
no podía dejar pasar otro miércoles más
sin un poema.
No hay mejor manera de reencontrarse
que hacerlo de la mano del gran
FERNANDO PESSOA
para disfrutar de sus letras.
ES TAN SUAVE LA FUGA DE ESTE DÍA…
Es tan suave la fuga de este día,
Lidia, que no parece que vivamos.
No hay duda que los dioses
nos son gratos en esta hora;
en paga noble de esta fe que tenemos
en la exiliada verdad de sus cuerpos
nos dan el alto premio
de dejarnos ser
convidados lúcidos de su calma,
herederos un momento de su estilo
de vivir toda la vida
dentro de un único momento.
De un único momento, Lidia, en que alejados
de las terrenas angustias recibimos
olímpicas delicias
dentro de nuestras almas.
Y por un único momento nos sentimos dioses
inmortales por la calma que vestimos
y la altiva indiferencia
hacia las cosas pasajeras.
Como quien guarda la corona de la victoria
estos mustios laureles de un único día
guardaremos para tener,
en el futuro arrugado
perenne a nuestra vida la cierta prueba
de que un momento los dioses nos amaron
y nos dieron una hora
no nuestra, sino del Olimpo.
Fernando Pessoa – 1888-1935
Del libro Un disfraz equivocado
22 de abril de 2015 en 18:52
Precioso, Chelo, y conmovedor.
22 de abril de 2015 en 19:00
Es grande Pessoa!
22 de abril de 2015 en 19:32
Reconocí la estatua de inmediato…..es grande Pessoa, repito contigo!
22 de abril de 2015 en 20:36
Sí que lo es. Por eso perdura a través del tiempo.
Besitos.