Ya lo sé! Ya sé que me vas a decir que te tengo olvidado, lo sé, así que no hace falta que me lo digas tú, pero es que ya sabes que he tenido muchas cosas que me han absorbido el tiempo. Que sí, que ya sé que siempre se puede sacar un momento para escribirte, pero bueno, ya estoy aquí para contarte una cosa muy importante.
Andaba yo un día ojeando la prensa… sí, sí, ojeando sin hache, porque la estaba leyendo por Internet -sin hojas pero con ojos- cuando me encontré con una noticia que hablaba de que en esos días se había celebrado en Madrid una especie de Feria de la Tecnología.
Como ya sabes, estoy entregada a intentar entender este mundo de la tecnología -tan inhóspito para mí- así que decido respirar hondo, relajarme y tratar de ver si entiendo el artículo. En él se hablaba del almacenamiento de datos, supongo que es almacenamiento y no almacenaje, porque debe ser muy importante guardar todos los datos, mucho más que el almacenaje de jamones, por ejemplo… humm, aunque no tan rico. Pero sigo, que en cuanto puedo me desvío del tema de las tecnologías.
Lo que leía, hablaba de un sistema para almacenar datos. Yo, aún estoy en el proceso de entender que los datos se guardan con mucho mimo en algo que creo que se llama servidor, que realmente no sé lo que es, pero que debe servir para servirnos. Bien, pues este lugar que ya está disponible, se llama nube virtual, y claro, leo ésto y ya doy rienda suelta a la imaginación… ¡¡una nube!!, como la nube donde viven nuestros sueños, nuestros deseos, nuestras emociones… ¡¡santa madonna!! en la misma nube, todos juntitos: los sueños, los deseos, las emociones y los datos. Ésto debe de ser producto de la globalización, y de lo imprescindible de compartir piso para ahorrar, ahora que estamos en crisis.
Después de leer lo de la nube virtual, he pensado que estos eruditos informáticos… que nadie piense que lo de eruditos lo digo con ironía, que realmente pienso que lo son, los que hacen estas cosas tan difíciles. Pues insisto, que estos eruditos, tan aparentemente cuadriculados ellos, en el fondo… son unos soñadores, porque hay que ver el bonito nombre que le han puesto a este sitio.
Así que leo ésto y ya no puedo parar de imaginarme lo bien que estarán allí todos compartiendo experiencias y buenos momentos. Me imagino a Madame Bobary, hablándole de infidelidades a Teresa de Jesús; a Marx, departiendo postulados filosóficos con Tomás de Aquino; a Bakunin jugando al dominó con Hegel; al índice Nikey, leyendo los versos de Espriu; al deshielo galopante del Ártico, argumentando sus motivos, a aquel primo que no creía en el cambio climático; a los gustos literarios de los libreros, peleándose con las cifras de los más vendidos; a Kiri Te Kanawa coreada por Los Chichos… y tantas situaciones más, y pienso… qué mundo tan fascinante debe ser éste de los informáticos.
Con estos pensamientos me dormí, y con ellos me he levantado. Cuando esta mañana, le decía yo a mi ordenador…
Bueno, la conversación que tuve con mi ordenador te la cuento otro día, que ahora tengo mucha prisa.
Que sí, que sí, que te prometo que te escribo y te lo cuento, de verdad de la buena.
Besitos,
2015 © chelopuente
19 de enero de 2015 en 08:43
Jajaja muy buenas tus elucubraciones, vi estas Navidades la Expo de la sala dela Pedrera que te quería explicar un poco lo que significaba y que era en realidad todo este tema y la verdad te deja fascinada y con dos sentimientos contrapuestos, es muy bueno todo lo que contaban por un lado y nos pueden dar un gran servicio y por otro te da ganas de cerrar ell mobil y desconectarte de todo esto.
Muy buena tu entrada.
Un abrazo muy fuerte y pendiente de un café 😊😊😉
Cristina
19 de enero de 2015 en 09:23
Tienes toda la razón, Cristina. La tecnología se hs convertido en algo imprescindible en nuestra vida pero al mismo tiempo da miedo.
Un beso de lluvia.
19 de enero de 2015 en 08:46
Pues merece la pena el tiempo que has tardado en escribirme porque tu carta me ha parecido preciosa, además de interesante. Yo, con lo soñadora que soy, no había pensado de ese modo en «la nube», y ahora me gusta mas. Que los datos y los sueños estén juntos en algún sitio es hermoso de pensar. Si al final esa nube va a ser como un «cerebro comunitario»….con todo mezclado y en capas. Besito de lunes con temporal en el norte!!!
19 de enero de 2015 en 09:25
Todo esto está muy bien salvo que se haga mal uso de ello.
Un beso de lluvia también por aquí.
19 de enero de 2015 en 10:06
Me encanto’ esta entrada , come siempre me encanta tu manera de ser: tu inteligencia y tu delicadeza en tratar las cosas es impagable….
Desde hoy , voy a considerar esa nube con un poco de poesía…
19 de enero de 2015 en 10:14
Ya sabes, Anna, que hay personas que se dedican a ponerle nombres bonitos a cosas que no lo son tanto 🙂
Besos lluviosos.
19 de enero de 2015 en 10:18
A mi desde que oí a aquel Hombre acercarse a la barra y pedirle al camarero un Zumo de Nube… me quedó un sabor en la boca quepáqué…! Había oído lo del Té con una Nube de Leche, pero nunca imaginé esa bonita forma de pedir un simple vaso de agua… Un Zumo de Nube…!
Y ahora llegas tú y nos explicas que además de lluvia las nubes nos proporcionan almacenes de datos… ains, lo ves…? Ya tenía razón mi abuela cuando me decía… Tú no necesitas saber de todo cariño mío, sólo tienes que procurar tener el teléfono del que sabe… Y yo contento de tener tu número…!
Besetes de esos de los de pasear lloviendo y sin gafas… que placer.
19 de enero de 2015 en 11:06
Una buenísima recomendación la de tu abuela. Es imposible saberlo todo, pero es muy bueno seguir teniendo la capacidad de aprender de todo y de todos, porque se aprende de todas as personas.
Besos de lluvia, querido amigo.
19 de enero de 2015 en 11:39
Qué lindo texto! Abrazo
19 de enero de 2015 en 12:37
Viniendo de ti, Maite, es un auténtico honor. Gracias!
Abrazo y besos de lluvia.
19 de enero de 2015 en 11:43
¡Qué buena esa carta, querida Chelo! Qué gracia e ingenio… me pido una de esas todos los días para poner una gran sonrisa a las mañanas lluviosas…, a los tiempos inclementes!
Un besazo y muchas gracias!
19 de enero de 2015 en 12:39
Ay, Bárbara! Ya sabes, a veces surgen y a veces, no 🙂
Un abrazo con besos de lluvia.
19 de enero de 2015 en 12:58
Despues de los agasajos que han dado a tu escrito, yo… estoy sin palabras. Muy bueno y he sonreido muy ampliamente… los lunes se les debe saludar asi. Un Abrazo…
19 de enero de 2015 en 19:52
Me alegra que te hayas divertido con el relato.
Un abrazo con besos de lluvia.
19 de enero de 2015 en 13:47
Es difícil entender lo de la «nube» pero ya hace tiempo que cubre nuestros cielos virtuales. Hay demasiadas cosas que no entendemos pero y que cada día utilizamos sin darnos cuenta de ellas, sin pararnos a analizarlas.
Gracias por este texto hermoso e informativo.
Un fuerte abrazo y feliz semana.
19 de enero de 2015 en 14:02
Es verdad, Isabel, hay tantas cosas que no entiendo que las afronto con humor.
Buena semana con besos de lluvia.
19 de enero de 2015 en 15:03
Pues mira que me voy a apropiar de esa carta. Cerraré los ojos y pensaré que la has escrito para mí.
Y es que ahora que ya sé lo que es la nube y el bonito nombre que le han dado los eruditos de la informática a almacenar datos, creo que voy a disfrutar mucho enviando «cositas» allí, para que socialicen con todos esos señores tan importantes que nos has mencionado.
Me encanta tu sentido del humor, tus palabras y como dice la canción, me gustas tú…
Besetes pasados por agua.
19 de enero de 2015 en 19:54
Y lo que van a disfrutar tus preciosos relatos compartiendo sus experiencias con los poemas de Isabel, por ejemplo.
Besos de lluvia.
19 de enero de 2015 en 18:21
Muy bueno, pero que muy bueno Chelo. ¡Menudo regalo nos has dejado! Escríbenos más a menudo, por favor. A mi también me cuesta entender ciertos espacios virtuales, por mucha imaginación que lo eche. Un besazo ¿virtual?? ¡Snif!
19 de enero de 2015 en 19:56
A ver si pronto puede dejar de ser un besazo virtual y podemos volver a abrazarnos.
Besos de lluvia.
19 de enero de 2015 en 19:44
preciosa, preciosa…qué habilidad jugando con los verbos Chelo. te admiro! qué más añadir. bueno, tienes razón te puedo también dar un besazo y animarte a que sigas enviándonos cartas tan bellas.
19 de enero de 2015 en 19:57
Buenoooo, valeeee, ya os volveré a escribir, jajaja. Al menos me gustaría que este lunes haya sido menos lunes.
Besos de lluvia