«…la plaza más bella del mundo… La más bonita que he visto en mi vida»
dicen que dijo Stendhal
al referirse a la Piazza Vecchia de Bergamo
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2014 © chelopuente
2014 © chelopuente
Aprender que con certeza, nada tengo que no me des, a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto de la belleza. Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define. Aprender para saberse desprender, he aquí el viejo secreto. Aprender... (Fragmento de "Aprendre", poema de Lluis Llach)
15 de septiembre de 2014 en 07:51
Yo la amo mucho. Parece que los siglos no hayan pasado por ahí, verdad?
Tu foto es preciosa en todos los detalles, Bravissima!
16 de septiembre de 2014 en 13:15
Así es, Anna, parece que el tiempo se hubiera detenido entre sus muros.
Besitos.
15 de septiembre de 2014 en 08:13
Preciosa! Quizá algún día pueda conocerla. Me queda tanto por ver!!
16 de septiembre de 2014 en 13:17
Libe, yo pienso que lo de conocer lugares es como la lectura, cuantos más conoces, más te quedan por conocer.
Muxus, amiga.
15 de septiembre de 2014 en 09:45
¡Qué bella! Me encantaría verla, disfrutar sus adoquines, la historia de sus piedras… Estupenda foto.
besetes de todos los colores.
16 de septiembre de 2014 en 13:18
Pues ya sabes… a apuntarsela en la libreta de las próximas escapadas 🙂
Besos de coloraines.
15 de septiembre de 2014 en 10:27
Que envidia me das Chelo, tengo tantas ganas de ir…. seguro que pronto. Un beso y disfruta. Por cierto, queremos más fotos!!!
16 de septiembre de 2014 en 13:20
Una escapadita y… zas! ya estás allí.
Besetes.
15 de septiembre de 2014 en 10:29
Sí, es muy bonita y muy italiana… pero a mi parecer hay muchísimas plazas en el mundo que yo no sabría escoger por la más bella. Abrazos,
16 de septiembre de 2014 en 13:21
Cierto, Rosa! A mí también me resulta imposible elegir la más bella, pero claro… yo no soy Stendhal 🙂
Abrazos.
15 de septiembre de 2014 en 12:37
Y Bergamo tiene un color especiaaal…! Ah no calla, que eso era Sevilla. Me acabo de dar cuenta que no he estado en Sevilla, tengo que ponerle remedio. Me encantan las villas medievales y esta en concreto. Le doy todita la razón al Sr. Stendhal
M’agrada la teva imatge, molt i molt.
Acompáñese el aperitivo con unos besos.
16 de septiembre de 2014 en 13:22
Ostras, Josep! Lo de conocer Sevilla hay que solucionarlo a la voz de ¡ya!.
Besos aperitiveros.
15 de septiembre de 2014 en 14:17
Espero que no te afectase el síndrome… 🙂
Besos.
16 de septiembre de 2014 en 13:33
Pues con esta plaza, no, a pesar de su belleza. Pero he de decirte, Alberto, que en alguna ocasión si me he visto afectada por el Sindróme de Stendhal. Me pasa cada vez que entro en Santa María del Mar; cuando me encuentro en la Saint Chapelle y el sol entra a través de sus maravillosas vidrieras; cuando contemplo el Moisés de Miguel Ángel y me posee su fuerza; cuando escucho el silencio y admiro la naturaleza del Lac de Sant Maurici… y con muchas obras de arte más, incluso algunas sencilla pero sublimes al mismo tiempo.
Besos de los de que bella es la belleza 🙂
17 de septiembre de 2014 en 13:03
Te entiendo, hay tanta belleza… Pero incluso así, espero que el ataque sea en su versión leve, y que ese mareó del síndrome no te impida el disfrute pleno. :-).
Besos.
17 de septiembre de 2014 en 13:09
Sí, es leve y es necesario que así sea para que, como dices, no impida disfrutar.
15 de septiembre de 2014 en 15:07
TIENES UN BLOG CON COSAS MUY INTERESANTES FELICIDADES , ESTA IMAGEN BELLISIMA , SOMOS AFORTUNADOS DE PODER CONTEMPLAR Y MARAVILLARNOS DE LAS COSAS QUE ESTE MUNDO TIENE , TEN UNA BUENA SEMANA , DESDE MEXICO UN SALUDO .
16 de septiembre de 2014 en 13:35
Muchas gracias, Elisabeth, y bienvenida a este rincón donde siempre serás bien recibida.
Besos desde Barcelona, que crucen los mares.