La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.

Mamás ingeniosas

16 comentarios

malaguetaUna mañana, estaba en la playa con mi melena pelirroja de entonces al viento y a pocos metros de mí, estaban sentadas una mamá con su niña de unos siete u ocho años. La niña, sentada en la arena, leía con atención Cuaderno de besos (magnífica elección, pensé) y la mamá miraba el mar con ojos soñadores, quizá recordando un amor perdido, quizá pensando en un amor ausente.

De repente, la niña levantó la vista de su libro, y se me quedó mirando, mientras le dijo a su mamá en voz suficientemente alta para que yo la oyera.

– Mira mamá, lleva el biquini a juego con el pelo!! – y me señala con su dedito delator.
– Ssiiissshh, calla… – le dice la mamá, apurada.
Para quitarle el apuro a la madre, me dirijo a la niña…
– Claro! Cada día -según el biquini que lleve- me pongo el pelo del mismo color -le digo sonriente.
– ¿Y si te pones un biquini verde… ¿qué? – me dice desafiante.
– Pues… ¡¡me pongo el pelo verde!! – le digo triunfadora.
– Mamááááá… dice que se pone el pelo verde!!!!… ¿a que no?
– ¡Verde se me pone el pelo a mí contigo! ¡que eres una indiscreta!! -le dice su madre.

Y las dos nos reímos con ganas de la ocurrencia de la niña, y yo le dije a la madre que había tenido una salida ingeniosísima, y ella me dijo que la niña era demasiado espontánea, que intentaba corregirla, y que con frecuencia la ponía en situaciones comprometidas, de las que no siempre podía salir airosa. Y mientras la mamá y yo nos reimos, la niña nos miró con expresión de no entender donde estaba lo gracioso, así que decidió volver a su lectura, con carita de pensar… que raros son los mayores.

Al poco rato, dejó su libro y se puso a hacer un castillo de arena.

mayo, 2014 © chelopuente

 

Autor: Chelo Puente

Aprender que con certeza, nada tengo que no me des, a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto de la belleza. Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define. Aprender para saberse desprender, he aquí el viejo secreto. Aprender... (Fragmento de "Aprendre", poema de Lluis Llach)

16 pensamientos en “Mamás ingeniosas

  1. Ostras Chelo Puente…! Has conseguido que haya tenido la sensación de haber estado sentado en la arena…

    Un beso de esos de los de precioso momento, sin duda.

  2. Yo también me he sentado en la arena y os he observado a distancia, mientras imaginaba tu pelo cambiando de color a juego con tu bikini y con tu estado de animo. Seguro que el verde tb te quedaría genial. Besos de martes!

  3. Lo/as niño/as creo que deben ser espontáneos y alegres, La vida ya se encargará que no siempre se puede ser espontáneo ésta es a veces cruda. Pero prefiero la inocente espontaneidad que una carita sosa o arisca. Un abrazo tan grande para que dure roda la semana.

    • Es lo bueno que tiene ser niño, que se puede ser espontáneo y decir lo que se piensa. Luego, nos convertimos en adultos y la cosa cambia.
      Hum, qué abrazo más rico. Otro para ti de los que duran y duran.

  4. Ojalá pudiera sentir el calor de la arena de la playa y la lectura de un buen libro… Mientras tanto me conformo con oir este relato que me ha llevado hasta esta escenatan sencilla y bonita. Un beso, Chelo.

  5. Qué anécdota tan simpática. Pero la foto que tendrías que haber puesto es la tuya con pelo y bikini verde… jajaja! Un abrazo!

  6. ¡Apuesto por lo que dice Benjamín! Muy bien escrito, Chelo, se siente la arena, el mar, hasta la sal… se siente.
    Un besazo.

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