CONFUSIÓN DE SENTIMIENTOS
Stefan Zweig
Traducción de Joan Fontcuberta
Edit. Acantilado, 2014
Que me encanta como escribe Stefan Zweig –este escritor de apellido impronunciable- es algo que -los que pasais por este rincón- ya habeis descubierto y que hoy os hablaré de otra de sus maravillas, creo que lo intuis.
Roland, un joven estudiante alemán, está a punto de abandonar los estudios cuando su padre decide enviarlo a la universidad de una pequeña ciudad de provincias. Allí, un brillante profesor de literatura inglesa despierta en él una nueva pasión: el amor al saber. Deslumbrado, el joven se acerca al maestro y le propone ayudarlo a concluir la gran obra de su vida. El profesor acepta el ofrecimiento, pero pocas veces manifiesta la gratitud que el discípulo ansía y en ocasiones incluso lo trata con una distancia que lo atormenta. Tan devoto como inseguro, Roland se pregunta por qué no es digno del interés de una persona tan maravillosa como el admirado maestro.
Pero, quizá no haya respuesta a esa pregunta, o quizá la respuesta es mucho más compleja de lo que Roland hubiera imaginado nunca.
Asistimos a la culminación que se produce en la relación entre alumno y maestro. El maestro fascinado por Shakespeare, el alumno fascinado por el maestro y ambos unidos emocionalmente para concluir la gran obra del maestro. Y entre alegrías y decepciones se va sucediendo una historia a tres bandas donde los sentimientos se alzan con el poder y donde prima por encima de todo el placer por el conocimiento, la devoción casi enfermiza por el maestro, ese maestro que ha influido con fuerza en su vida.
Narrada en primera persona hace que Confusión de sentimientos sea una novela más emocionante, más íntima, al más puro estilo romántico, teniendo en cuenta que fue escrita en 1929. Sin embargo, y precisamente porque fue escrita en esa época, sorprende la actualidad de los sentimientos que se manifiestan entre los tres personajes (profesor, esposa y alumno) y que provocaron una crítica feroz en aquella sociedad de principios del siglo XX.
Sin duda una delicia concentrada en solo 105 páginas entre las que disfrutar. Resérvate unas horas de la tarde, prepárate un té, apaga el móvil, no enciendas el ordenador y déjate llevar por la magia de este pequeño tesoro.
De ella se ha dicho: “Una pequeña obra maestra. Zweig consigue atraparnos. Primero con las lecciones fantásticas del profesor sobre Shakespeare. Después con una narración de intriga sentimental donde las pasiones saltan de la literatura a la vida sin solución de continuidad. ¡Fantástico!”. – Ignasi Aragay, Ara –
¡Felices lecturas, amigos!
marzo, 2014@chelopuente
13 de marzo de 2014 en 07:27
Tomó nota, uff que lista tengo ya. Gracias por dejarnos este pequeño tesoro.
Un abrazo
Cristina
13 de marzo de 2014 en 12:49
Ay Cristina. La lista se hace interminable, jejeje
Buen jueves con un abrazo.
13 de marzo de 2014 en 08:04
anotando y deseándote un feliz trece…muxu Chelo.
13 de marzo de 2014 en 08:51
Marisa, si te apetece, tengo un ejemplar a 10,50 euros con gastos de envío incluidos.
Besitos y buen jueves, aunque sea 13 🙂
13 de marzo de 2014 en 11:26
mi niña, te agradezco, pero….mi casa llena de libros por leer! muakasssssss!
13 de marzo de 2014 en 12:51
La montaña se agranda por momentos, verdad?. Sin embargo creo que este le podrías adelantar, se leer rápido y te deja un agradable sabor a satisfacción.
Muxus.
13 de marzo de 2014 en 08:58
He leído algunos libros de este famosísimo autor, el que comentas no lo he leído, pero en cambio recomiendo AMOK y EL JUGADOR DE AJEDREZ, entre los que conozco éstos me impactaron. Tomo nota de buscar el que recomiendas en las bibliotecas. Un abrazo aunque sea 13, no mi importa….
13 de marzo de 2014 en 12:54
Esta es la última novela que se ha publicado de él en castellano, es de enero de este año.
Poco a poco voy leyendo lo que se ha publicado suyo en castellano, pero estos dos que tú comentas no los he leído aún, así que tomo nota.
Besos y abrazos de los de no nos importa que sea 13.
13 de marzo de 2014 en 09:52
Imposible no rendirse a tus recomendaciones, más aún si cabe con una delicia de poco más de cien páginas…
Un petó d’aquells que…
13 de marzo de 2014 en 12:55
Es una preciosidad de libro en el que se demuestra que un gran escritor no necesita 1.000 páginas para crear una gran obra.
Un beso de los de hoy porque es hoy.
13 de marzo de 2014 en 10:04
Cada vez haces mas larga mi lista de autores y libros….. por otro lado, qué bonito editan los de acantilado…!! 🙂
Besos.
13 de marzo de 2014 en 12:59
Jajaja, la lista interminable. Así es la mía también.
Opino como tú de la bonita edición que hacen en Acantilado y otras editoriales. A mí me encantan las ediciones en rústica porque son flexibles y se adaptan perfectamente a las manos.
Besos jupiterianos.
13 de marzo de 2014 en 16:30
Chelo me encanta porque no me pierdo una y gracias a ti. Me gustaria en twitter, yo ya te puse hace tiempo. Un gran abrazo
13 de marzo de 2014 en 17:20
A twitter no he entrado aún, Chari. Ahora ando un poco liada con la tienda online de La librería de Chelo, pero en cuanto me desocupe un poquito, me pasearé por allí también.
Besos y abrazos.
13 de marzo de 2014 en 18:08
Hola preciosa,
Pues mira que yo lo voy a querer. Hace mucho que no leo a Stephan.
Besetes ya casi camino del Liceo. Hoy opera, yupiii!!!!
13 de marzo de 2014 en 18:41
María, te lo guardo para ti.
Uy, ya nos contarás cómo ha estado Tosca, aunque me imagino que genial.
Un beso, preciosa.