La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.

La importancia de llamarse…

25 comentarios

chelo-playaYa desde que era niña, me viene ocurriendo lo mismo, y es que hay ciertas personas que tienen dificultad en recordar que mi nombre es Chelo (de Consuelo) y no Charo (de Rosario).

 Es por ésto que cuando era una cría pequeña, yo no me quería llamar Chelo, porque la gente se confundía y porque además, ninguna niña se llamaba así, incluso en mi círculo cerrado de niña, tampoco había nadie que se llamara Chelo, ni siquiera Consuelo, bueno… Consuelo sí, Consuelo se llamaba la tata, pero para mí, entonces, la tata se llamaba Tata.

En mi colegio no había ninguna niña que se llamara como yo, todas se llamaban Maricarmen, Marijose, Conchi, Rosi, Charo, Maripili… pero ninguna se llamaba Chelo… y yo no me quería llamar Chelo, me quise llamar Maripili, como muchas de ellas. Hizo falta que llegara al Instituto (16 años) para encontrarme con una chica de mi edad que se llamaba como yo.

Bien, pues una tarde, vino a la librería que tenía en Madrid una mamá -cliente de la librería- con su hijo pequeño de 4 años, que era un encanto, la mamá y el niño, y él siempre me llamaba Charo. Su mamá, pacientemente le corregía, no se llama Charo, se llama Chelo, pero a él le costaba, aunque lo intentaba. Charo, ¿dónde está el cuento que tenía un coche? me preguntaba; Charo ¿sabes que he estado en la playa?, y su mamá le volvía a corregir no se llama Charo, se llama Chelo.

Cuando terminamos y ya se iban, le dijo su mamá… ¿le has dicho adiós a Chelo? y él voluntarioso y educado, me dijo, saludando con su manita… adiós CHALO… no, no, no lo he escrito mal, es que el pobre se hizo un lío y mezcló los dos nombres. ¡¡Me encantan los niños!! 

 febrero, 2014 © chelopuente

Autor: Chelo Puente

Aprender que con certeza, nada tengo que no me des, a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto de la belleza. Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define. Aprender para saberse desprender, he aquí el viejo secreto. Aprender... (Fragmento de "Aprendre", poema de Lluis Llach)

25 pensamientos en “La importancia de llamarse…

  1. Simpática historia la de tu nombre. Un abrazo!

  2. Me ha gustado esa historia, Chelo.
    Como ya sabes, para mí tu nombre no es extraño, ni mucho menos, pero me ha hecho recordar la historia del por qué ahora me llamo María.
    Algún día te la contaré, Chelete.
    Besos de buenas y tardías noches…

  3. Bueno para mi siempre seràs tita… aunque te entiendo porque a mi me llaman mcho Ismael y no Israel.
    Besito tita Chelo 😉

  4. Los nombres, de hecho las palabras, nos definen, nos conforman, hacen de las personas y cosas lo que somos. Asociamos los nombres de pila a personas y nos gustan o disgustan tanto como ellas. Pilar es para mí, Pilar, lo mismo que Mari Carmen, Rita o Rosa, o Juán o Ramiro, o Vicente. Y cuando digo, me gusta un nombre, estoy diciendo, me gusta una persona.
    Y no conocía a nadie que se llamara Chelo

  5. Buenos días Chelo:
    Gracias por la información , para es inconfundible!
    En cuanto a la imagen con tu nombre y mi mar, me parece preciosa!
    Un besote

  6. Buen martes con sabor a salitre, Chelo, Me ha encantado la historia de tu nombre que es parte de la tuya, claro…qué bien contada. Muxu.

  7. Me gusta cuando cuentas estas historias cotidianas, pero con el recuerdo de un pasado asomando suavemente, y estas ahí, en aquellos tiempos de infancia en el que no queremos ser diferentes ni en el nombre, y de pronto nos devuelves a este tiempo, con un suceso actual que endulza la historia.

    NA: Yo tenía una vecina que se llamaba Chelo. 🙂
    Besos.

  8. Sí, es curioso como cuando eres niñ@ lo que más deseas es no destacar en nada, ser como todos los demás y cuando eres adult@ lo que más deseas es tener un nosequéqueseyo que te aleje de las filas de la vulgaridad. La complejidad del ser humano 🙂
    Besos que te lleguen entre las olas.

  9. Cachuentó no te voy a contar como me llamo yo de uno de esos nombres que ponían en la iglesia como tercer nombre de bautismo y esas tonterías, porque seguramente te pasarías el día riendo y no se trata de eso que si noooo…

    Genial historia y bonita además de entrañable forma de contarla.

    Besos de los de… a mi Consuelo me relaja… el nombre quiero decir… ains…

  10. Dicen los que saben que el «chelo» es el instrumento que más se parece a la voz humana, por eso nos gusta tanto a la mayoría. Me alegra que hayas hecho las paces con tu nombre.

  11. Buenos días Chelo. Bonita historia nos has contado y cuando te leía me acordaba de lo que pasaba con mi nombre en el colegio, ahora hay muchas Cristinas, pero antes era un nombre que se oía poco. Ya de mayor he podido encontrar a mujeres de mi edad con mi mismo nombre y todas tenemos anécdotas.
    Que tengas un buen día 😊
    Cristina

  12. Muy bien contado, Chelo, muy dulcemente contado… a mí siempre me ha gustado el mío, aunque te puedes imaginar eso de… ¡qué bárbara ! En fin, lo que he llevado mal es el diminutivo con que la familia me llamaba y no era Barbarita -menos mal- si no beso en italiano…
    Pues nada Baci muchos para ti!

  13. Hola! Muy linda la historia de tu nombre. Me gusta el nombre consuelo. A mí me pusieron Natalia por Naty Mistral. Hace un poco más de 40 años no era tan popular y no me gustaba mucho.
    Tenés razón., hay muchas historias con los nombres.
    Besos desde baires

  14. Muy buenas imágenes quisiera una q dijera consuelo t extraño en la arena del mar

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