Ya sabeis de mi pasión por la poesía de
ÁNGEL GONZÁLEZ
así que hoy os dejo otro de sus poemas para disfrutarlo.
La tarde muere envuelta en su tristeza.
Paisaje tierno para soñadoras
miradas de mujer, exploradoras
de su melancolía en la belleza.
Danae apoya en sus manos la cabeza.
El ambiente que el sol último dora
es una leve, dulce y turbadora
caricia que la oprime con pereza.
Un pajarillo gris, desde una vana
rama, canta a la tarde lenta y rosa.
Oro de sol entra por la ventana
y Danae, indiferente y ojerosa,
siente el alma transida de desgana
y se deja, pensando en otra cosa.
Ángel González – Oviedo, 1925 – Madrid, 2008
9 de octubre de 2013 en 09:22
Buenos días, Chelo,
Mira, yo me enamoré de la poesía de Ángel González, cuando leí esta:
«Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento…
Y desde entonces se convirtió en uno de mis poetas favoritos.
Un besin desde esta mañana de miércoles…
9 de octubre de 2013 en 10:25
«El éxito de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento…» es magnífica, como casi toda la poesía de Ángel González.
Besos de miércoles poéticos.
9 de octubre de 2013 en 12:35
sin duda ambas para ser saboreadas…. las poesías digo…
feliz miércoles poéticamente hablando
9 de octubre de 2013 en 15:51
Saboreadas y disfrutadas, Josep.
Buen miércoles de poesía.