Querido amigo:
Tenía ganas de escribirte -aunque te he escrito hace poquito- pero es que te tengo que contar una cosa muy curiosa. Ya sabes que por la época en la que estamos, casi todos andamos buscando un sitio donde pasar unos días de descanso. Pues resulta que estaba yo esta mañana con una amiga tomándonos un café y me contó esto que te voy a decir.
Mi amiga quiere irse de vacaciones con su familia, y dentro de su familia, se encuentra también su perro, bueno mejor dicho, su perra, porque es chica, bueno, chica no, que es una perra. Pero sigo, que me despisto. Como te decía, mi amiga había encontrado ya un hotel que le gustaba y en el sitio al que querían ir, así que -como siempre- llamó por teléfono al hotel para reservar y para realizar la pregunta temida…
– ¿Se admiten perros? -preguntó mi amiga.
– Podría contestarle sólo con un monosílabo pero no lo haré y le contaré algo mucho más significativo.
Mi amiga se temía lo peor, aquel NO con el que tantas veces se había encontrado, pero el recepcionista del hotel se desahogó con ella.
– Mire, señora -lo de señora se lo decía a mi amiga, no por la perra, claro- hasta la fecha -y ya hace más de 15 años que abrimos el hotel- nunca hemos tenido que acompañar a ningún perro a su habitación y abrirle la puerta porque no atinara a abrirla, ebrio después de una noche de farra; ningún perro le ha abierto la puerta a la camarera del servicio de habitaciones en calzoncillos y con un tanga puesto en la cabeza; a ningún perro le hemos tenido que llamar la atención para que bajara el volumen de la música; ningún perro ha intentado mentirnos sobre el consumo del minibar; a ningún perro le hemos pillado con los albornoces de nuestro hotel formando parte de su equipaje de vuelta…
– Pero… ¿entonces admiten perros, o no? – insistió temerosa mi amiga.
– Sí señora, admitimos perros, pero perros que se hagan responsables de sus amos.
Ya ves lo que le contestó, y mi amiga se quedó cortada pero encantada de que su querida perrita pudiera ir de vacaciones con ellos.
Bueno, amigo mío, te dejo, que yo también me tengo que preparar las vacaciones. No, no, con perro no, si ya sabes que yo no tengo perro, que tienes unas cosas.
Besitos,
julio, 2013 © chelopuente
19 de julio de 2013 en 07:53
egun chelo! yo no tengo perro tampoco, pero sería interesante que informases de qué hotel se trata, pues conozco a muchas personas con este problema, ya que son pocos los que aceptan. feliz fin de semana y muxu!
19 de julio de 2013 en 09:13
Igual, si se pararan a pensar un poco, habría más hoteles en los que se admitieran perros.
Besos de fin de semana.
19 de julio de 2013 en 08:02
Yo ahora ya sabes que no tengo perro, bueno, ni perra… lamentablemente… pero recuerdo la última vez que estuve en un hotel con ella, sí te estoy hablando de la perra… Ains…! pues te decía que la última vez que estuve con ella camino del País Vasco me trataron en el Hotel de una forma exquisita. Cierto es que era supereducada, pero te puedo asegurar que por las mañanas salíamos a la calle al menos cinco propietarios de tan fiel compañero y en los días que estuve no llegue a oír ni un sólo ladrido…
Es cierto que de los dueños tampoco…!
Besetes de los de hay que ver que cosas te pasan y como las cuentas…!
19 de julio de 2013 en 09:16
Eso es porque estuviste en un hotel donde los perros eran responsables de sus amos 😀
La vida está llena de cosas que pasan, al menos eso dicen.
Besetes de fin de semana.
19 de julio de 2013 en 08:45
los perro son más humanos que las personas. no ay que abandónalos y esta muy bien llevárselos. tendria que a ver más hoteles que lo amitan
19 de julio de 2013 en 09:17
Es posible que se corra la voz de la filosofía de este hotel y hay más que se animen a seguir su ejemplo de admitir perros responsables.
Besos de fin de semana.
19 de julio de 2013 en 09:54
Hay perros mucho más educados que muchas personas. Me voy unos días de vacaciones, a la vuelta me pondré al día. Un beso, Chelo!!
19 de julio de 2013 en 09:57
Pásalo bien, Alicia, y disfruta de tu descanso.
Besos y hasta la vuelta!
24 de julio de 2013 en 20:58
Siempre he tenido perras y en Francia no he tenido problema; en España la cosa cambia y solo he conseguido hoteles en la Costa Brava. La verdad es que es un problema; los hoteles para perros son muy caros y además me da mucha pena tener que dejarlas… en fin. Gracias por este post.
Un abrazo.
24 de julio de 2013 en 23:10
Solo quise poner de manifiesto que los animales no siempre tienen cuatro patas.
Un abrazo.
25 de julio de 2013 en 15:30
Un perro nunca abandonaría a su dueño. Poco más se puede decir. 🙂
25 de julio de 2013 en 16:00
Y a veces mucho más efucados que sus dueños.
4 de octubre de 2013 en 22:49
Tengo una perrita, es mezcla, chucha como la llamo yo, es un arma asesina, pero a su ritmo, te va desgastando a lametazos,un día llegará a hueso verás 😀
Evidentemente para quienes tenemos perro esta entrada es todo un regalo.
Besos hermosa.
5 de octubre de 2013 en 00:30
Me alegra que te haya gustado.
Besos de fin de semana.
5 de octubre de 2013 en 14:00
Besos, querido Dess.