Cuenta la leyenda que quien quiera ser un buen gerundense, o no quiera marcharse nunca de Girona, o desee volver allí, ha de besar el culo de la leona, algo parecido a lo que ocurre en Roma con echar la moneda en la Fontana de Trevi.
La leona es una escultura que se encuentra en la calle de Calderers de la ciudad de Girona, frente a la basílica de Sant Felíu, donde antiguamente estaba el Hostal de la leona, que, posiblemente dio origen a esta leyenda. Realmente no se sabe que fue lo que la originó, pero lo cierto es que se ha ido trasmitiendo de boca en boca hasta convertirse en un ritual.
La escultura que desde hace años se exhibe en dicha calle es una copia, dado que la original del siglo XII se halla en el Museo de Arte de Girona. Sin embargo está situada demasiado alta, por lo que se convierte en muy difícil poder realizar este ritual.
Esta leyenda ha perdurado y se ha hecho tan famosa que ha derivado en un dicho…
«no ama Girona, quién no besa el culo de la leona»
Aunque también se dice este otro dicho…
«¡Tened cuidado!
cuando el diablo estuvo en Girona besó el culo de la leona»
julio, 2013 © chelopuente