Un día como hoy, pero de 1977, moría en Suiza el escritor estadounidense, de origen ruso
VLADIMIR NABOKOV
que escribió una novela que pasó a la posteridad con el título de Lolita.
Publicada por primera vez en 1955, se trata de una
historia romántico-erótica
en una sociedad complaciente en la que se repasa también
la moral imperante,
y que yo he traído para nuestra sección de LIBROS QUE PERDURAN.
«La miré y la miré, y supe con tanta certeza como que me he de morir,
que la quería más que a nada imaginado o visto
en la tierra, más que a nada anhelado en este mundo».
Fragmento de Lolita
Vladimir Nabokov
julio, 2013 © chelopuente
La librería de Chelo 
2 de julio de 2013 en 00:30
Reblogueó esto en La habitación prohibiday comentado:
Un homenaje a uno de los grandes, gracias Vladimir
2 de julio de 2013 en 09:24
Gracias por haberlo escogido.
Bienvenida a este rincón!
2 de julio de 2013 en 16:20
Gracias a ti, lo seguiré de cerca
2 de julio de 2013 en 07:48
Lo – li – ta .
2 de julio de 2013 en 09:26
Lo – li – ta, la novela erótica más famosa de todos los tiempos 😉
2 de julio de 2013 en 08:05
Y de la que después se hicieron dos películas. Una de ellas, la que protagoniza el Sr. Irons, es como poco impactante y reflejo de la sociedad… que nos rodea.
Bon dia de un dimarts ennuvolat.
2 de julio de 2013 en 09:29
Sí, recuerdo esa película y la tengo asociada -no sé si correctamente o no- con unas escenas en penumbra y a contraluz magníficas.
Bon dia de dimarts, malgrat que sigui ennuvolat 🙂
2 de julio de 2013 en 15:08
Justo lo mismo que me pasó a mi cierta mañana de septiembre, cuando regresaba de unas inacabables vacaciones en la isla de Menorca (más de seis semanas, la mitad de las cuales persiguiendo infructuosamente a una francesa esquiva…) y entré en la biblioteca de la Escuela de Periodismo. Iba buscando a mis compañeros del equipo de rugby, que solían ir allí a jugar a las cartas (tal era el nivel de respeto hacia la institución), cuando vi a la que hoy es mi esposa –desde hace 24 años– prestando libros, y pensé tengo que estudiar más 😉
(Saqué la carrera con media de notable y se me escapó una lagrimilla el día que se deshizo de los pantalones rojos que llevaba en aquella ocasión…).
Abrazo nostálgico.
2 de julio de 2013 en 22:27
Que precioso recuerdo, Jaime. Me alegra que haya aflorado al leer este post.
Besitos.