Para este miércoles de poesía
os traigo un breve poema del
recién estrenado Premio Cervantes
José Manuel Caballero Bonald
DE REPENTE LA MÚSICA
De repente, la música.
Fulgor
inmemorial, emerge de lo absorto
y se estaciona
en estas anhelantes adyacencias
del silencio.
En derredor la luz
ocupa los audibles tonos fértiles
de un inmanente gozo sin segundo
y el veredicto de la plenitud
se filtra entre la furia voluptuosa
del saxo.
El mundo cabe en esa súbita
constancia musical de haber vivido.
José Manuel Caballero Bonald – Jerez, 1926
Chelo Puente – mayo, 2013
15 de mayo de 2013 en 06:21
El mundo cabe en esa súbita
constancia musical de haber vivido»
Que hermoso Chelo gracias por compartir esta belleza
me encanta.
Felicidades por el post
15 de mayo de 2013 en 10:52
Gracias, Carmen, es sencillo hacer un bonito post con un gran poeta.
15 de mayo de 2013 en 07:32
Bon dia Chelo & Cía.
Hoy me vas a permitir que me extienda en demasía pero he leído (después de ver tu entrada) el último párrafo del discurso de Caballero Bonald al recoger el premio Cervantes y me permito publicarlo aquí, creo que vale la pena. gracias.
Besos.
«Creo honestamente en la capacidad paliativa de la poesía, en su potencia consoladora frente a los trastornos y desánimos que pueda depararnos la historia. En un mundo como el que hoy padecemos, asediado de tribulaciones y menosprecios a los derechos humanos, en un mundo como éste, de tan deficitaria probidad, hay que reivindicar los nobles aparejos de la inteligencia, los métodos humanísticos de la razón. Quizá se trate de una utopía, pero la utopía también es una esperanza consecutivamente aplazada, de modo que habrá que confiar en que esa esperanza también se nutra de las generosas fuentes de la inteligencia. Leer un libro, escuchar una sinfonía, contemplar un cuadro, son vehículos simples y fecundos para la salvaguardia de todo lo que impide nuestro acceso a la libertad y la felicidad. Tal vez se logre así que el pensamiento crítico prevalezca sobre todo lo que tiende a neutralizarlo. Tal vez una sociedad decepcionada, perpleja, zaherida por una renuente crisis de valores, tienda así a convertirse en una sociedad ennoblecida por su propio esfuerzo regenerador. Quiero creer -con la debida temeridad- que el arte también dispone de ese poder terapéutico y que los utensilios de la poesía son capaces de contribuir a la rehabilitación de un edificio social menoscabado. Si es cierto, como opinaba Aristóteles, que la “la historia cuenta lo que sucedió y la poesía lo que debía suceder”, habrá que aceptar que la poesía puede efectivamente corregir las erratas de la historia y que esa credulidad nos inmuniza contra la decepción. Que así sea».
15 de mayo de 2013 en 10:56
Un texto magnífico. Gracias por dejárnoslo, Josep.
Yo también opino -como Caballero Bonald- que la poesía tiene cualidades terapéuticas, al bastraernos de la cruel realidad cuando leemos un poema.
Bon dia i bon dimecres de poesia.
18 de mayo de 2013 en 18:02
Bello poema de Caballero Bonald, El premio Cervantes le ha hecho justicia.
Un abrazo.
19 de mayo de 2013 en 10:31
Totalmente de acuerdo contigo.
Un abrazo.