Anexado al edificio que fue hasta 1959 la Casa de Caridad, se alza una construcción en vídrio y acero que contrasta -pero no desentona- con el clasicismo de los dos edificios anejos y que forman el Pati de les dones. Es precisamente en esta construcción tan moderna como hermosa, donde se encuentra el CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona) y en su interior donde -hasta el 30 de junio- se muestra al público el sensacional Arxiu Bolaño.
Una exposición fabulosa que recorre los 35 años (1977-2003) de la vida literaria, en España, de ROBERTO BOLAÑO (1953-2003), escritor chileno nacido en Santiago de Chile en 1953, que ha pasado de ser un auténtico desconocido a ser un referente mundial de la literatura contemporánea.
Más de 14.000 páginas manuscritas o mecanografiadas conforman esta impresionante exposición, además de más de 80 libretas que contienen cuentos, novelas, poesías y hojas con borradores, cartas, anotaciones, poemas en servilletas de papel, en una caligrafía asombrosamente legible y todo inédito hasta hoy, y que Carolina López (su viuda) fue clasificando para una exposición que -desde el 5 de marzo- se exhibe en Barcelona, como homenaje por el décimo aniversario de su muerte. Se incluye también en la muestra, unos cuantos de sus objetos personales como gafas, lápices, fotografías, bolígrafos, máquinas de escribir…
Seríamos muchos los que estaríamos encantados de que se publicaran todas las obras inéditas de Roberto Bolaño, pero, al parecer, de momento no hay intención de publicar nada de lo inédito. Es por eso que en la exposición apenas se muestra algún fragmento, la libreta cerrada, un breve resumen o alguna anotación de estas obras no publicadas, para salvaguardar la obra.
La exposición, que con el lema Dejenlo todo nuevamente. Láncense a los caminos, ha sido comisariada por Juan Insua y Valerie Miles y sigue tres líneas argumentales relacionadas por el vínculo de Bolaño con Catalunya, donde se estableció y elaboró la mayor parte de su obra, de forma que se definen estos tres aspectos como: La universidad desconocida. Barcelona 1977-1980; Dentro del caleidoscopio. Girona 1980-1985 y El visitante del futuro. Blanes 1985-2003.
Es asombroso descubrir la figura de un escritor que pasó, casi sin transición, de la más absoluta marginalidad al reconocimiento universal y que -desgraciadamente- una enfermedad hepática nos lo arrebató demasiado joven y en su momento creativo más álgido, cuando apenas pudo disfrutar del éxito que le reportó su novela Los detectives salvajes.
La relación entre su vida y su obra ha contribuido a crear un mito alimentado por sus raíces, su independencia, su audacia, su sentido crítico, su sentido de la aventura, sus aportaciones al desarrollo de ensayos, novelas, relatos, poemas… así como su visión de la escritura como un proceso que sólo la muerte puede interrumpir.
Para concluir recurro a las palabras de Valérie Miles que aparecen en el catálogo y que, a mi modo de ver, condensan el espíritu de este recorrido casi detectivesco…
«De cuando en cuando el lector tiene la impresión de que Bolaño podría haber dejado deliberadamente algunas claves diseminadas a lo largo de sus cuadernos, por si algún arqueólogo literario llegara a excavar en ellos».
Y ahora, amigos míos, sólo puedo deciros, o más bien rogaros que no os perdais la oportunidad de conocer un poco mejor al gran escritor que fue y es ROBERTO BOLAÑO, e id a ver la exposición. Teneis hasta el 30 de junio.
Chelo Puente – abril, 2013
19 de abril de 2013 en 09:50
estuve… estuve… estuve hace unas semanas… Por Dior…! Cuanto material …! Y por cierto no había estado en el CCCB y me gusto mucho el entorno y la manera de exponer el archivo.
Un lugar bonito con un parque interior muy tranquilo.
19 de abril de 2013 en 11:42
Es un sitio fantástico!.
Yo también me estrené en el CCCB disfrutando del Arxiu Bolaño, pero no será la última vez que vaya, no señor.
21 de abril de 2013 en 21:36
¡Magnífico post! Ya me gustaría ir! Un beso.
21 de abril de 2013 en 22:07
¡Anímate, tienes hasta el 30 de junio!
22 de abril de 2013 en 09:38
Gracias Chelo por tanta información. El edificio, como dices, parece precioso. A Bolaño lo conocía, pero no he leído nada de él. La expo me encantaría porque si de algo disfruto en las exposiciones es de los cuadernos de anotaciones o de esbozos, cuando me planto delante de alguno de ellos de algún autor/artista que me estremezca, siento que estoy un poquito al lado de él, me emociona acercarme a los objetos que ellos tocaron. No soy mitómana, pero creo que es justo sentir eso como pago a lo mucho que ellos nos hacen disfrutar. Sentirlo cuando ellos ya no están es mi sincero homenaje. (Que conste que el plural incluye a los dos sexos ;-)) Siempre aprendiendo contigo. Un beso enorme, Amiga!!
22 de abril de 2013 en 21:38
Estoy de acuerdo contigo, Libelia. Es un auténtico placer deambular observando las libretas, las hojas, las fotos, etc.
Un beso grandísimo.