El asesinato de una joven adolescente -cuyo cuerpo es encontrado en la orilla del río Baztán- provoca que la Jefatura de la Policía Foral de Navarra asigne la investigación del caso a la inspectora de homicidios Amaia Salazar, además de por la sospecha de que este asesinato tiene relación con otro ocurrido un mes antes y podría tratarse de un asesino en serie.
Amaia Salazar nació en Elizondo -pueblo en el que se encontró el cuerpo- y pasó allí toda su infancia. Es por ello -y porque se ha formado con los más expertos del FBI- por lo que le encargan la resolución del caso. Se traslada a Elizondo, donde vive una tía suya con la que vivió en la infancia, y sus dos hermanas.
En Elizondo, la inspectora Salazar se tendrá que enfrentar con una investigación que no parece avanzar, pero también entra en juego su vida personal y el enfrentamiento a sus propios fantasmas, que la aterrorizan desde que era una niña.
Con un ritmo rapidísimo, va avanzando la trama, aunque con una estudiada y minuciosa descripción de los personajes, nos va adentrando en la vida de la Navarra rural, de los paisajes del Valle del Baztán, donde lo visible esconde una gran riqueza invisible. Y entre todos los personajes -principales o secundarios- dos más, la niebla y la lluvia del valle. Ese Valle donde se mezcla la naturaleza espectacular del bosque con la más bella mitología vasco-navarra, las fuerzas telúricas con los miedos atávicos.
Según ha dicho la propia Dolores Redondo, se trata de la primera novela de la Trilogía del Baztán. De momento El guardián invisible me ha dejado un buen sabor de lectura y algún cabo suelto que pueda explicar por qué ocurrieron algunos hechos, así que esperaré a que termine la segunda novela, que al parecer va muy avanzada.
Mientras tanto disfrutareis mucho con la lectura y la belleza de El guardián invisible.
Aprender
que con certeza, nada tengo que no me des,
a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto
de la belleza.
Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define.
Aprender para saberse desprender, he aquí el viejo secreto. Aprender...
(Fragmento de "Aprendre", poema de Lluis Llach)
He puesto me gusta, pero no me gusta, porque lo único que consigues en que engrose mi larga lista de pendientes. En fin resignación, los vicios son los vicios.
(Que coste que le he anotado.)
Un saludo
5 de febrero de 2013 en 01:14
He puesto me gusta, pero no me gusta, porque lo único que consigues en que engrose mi larga lista de pendientes. En fin resignación, los vicios son los vicios.
(Que coste que le he anotado.)
Un saludo
5 de febrero de 2013 en 14:07
Ay, este Nergal de vicios exquisitos…
Un saludo de buenas lecturas.
5 de febrero de 2013 en 11:05
Yo lo tengo en mi recámara… está preparado para el deleite, justo después de acabar el de Stoner.
Sin duda será de mi agrado, tiene muy buena crítica…
One kiss de los de recordar. (de recordar el libro, digo)
5 de febrero de 2013 en 14:09
Creo que te gustará mucho y disfrutarás de las descripciones del valle.
Besos lectores.