El pensador – Auguste Rodin – París, 1840 – Meudon, 1917
Hoy que es martes, me he levantado reflexiva, pensando que hay un momento en la vida en el que te das cuenta quién te importa, quién nunca te importó, quién no te importará más, y quién te importará siempre. De modo que no te preocupes por las personas que formaron parte de tu pasado, porque si ahora no están, es que había alguna razón por la que no estarán en tu futuro… o sí, nunca se sabe…
Chelo Puente – diciembre, 2012
4 de diciembre de 2012 en 07:19
Como siempre ocurre en estos casos…
…a medida que te iba leyendo me dejabas las cosas muy claras, cada vez más claras y cuando ya me tenías casi convencido has acabado con el nunca se sabe…
Como siempre ocurre en estos casos.
Ains…! Pues no me dejas más tranquilo…!
b7s.
4 de diciembre de 2012 en 20:10
Debe de ser porque cada vez estoy más convencida de que no existen verdades absolutas 🙂
4 de diciembre de 2012 en 07:44
En la rueda del tiempo y el carro de la vida, en ocasiones sucede que los pasados olvidados coinciden con los futuros prometedores…..las que personas que fueron y ahora no están pueden llegar y viceversa…Con la rueda del tiempo y el carro de la vida……. Nunca se sabe.
Interesante reflexión.
Un saludo
4 de diciembre de 2012 en 20:12
Por éso le decía a Josep, que cada vez creo menos en las verdades absolutas, porque… nunca se sabe.
Un saludo, Nergal.
4 de diciembre de 2012 en 09:34
ESTOY DE ACUERDO
BESOS
ANA
4 de diciembre de 2012 en 20:13
Gracias, Ana.
4 de diciembre de 2012 en 14:31
sobre todo me importa quien me importa ahora. no sé si me importará o no mañana, vivo el día a día y al pasado le he dado ya demasiados «plumazos» como para no preocuparme. no ha estado nada mal esa tu reflexión matutina, eh!
muxu chelo!
4 de diciembre de 2012 en 20:15
Yo tengo una frase que me encanta… El pasado es historia, el futuro un devenir, hoy es un regalo, por éso se llama presente, así que disfrutemos de nuestro regalo diario.
Muxus, Marisa.
6 de diciembre de 2012 en 20:50
Verlo así es de sabios. Siempre he dejado la puerta abierta al pasado, al futuro desde el presente y al día a día a la inmensa alegría de estar viva, que no es poco. Una preciosa reflexión.
7 de diciembre de 2012 en 09:34
Gracias, Bárbara!!