«Veo en ti algo que ofende a lo vulgar»
dice Stendhal en Rojo y negro.
Si alguien te dice algo así, debes empezar a pensar que -efectivamente- tienes algo especial, porque vulgar no es sólo la zafiedad de lo evidente, sino que también son vulgares aquellos que consideran al resto de los humanos una prolongación de su propia estupidez endiosada.
Chelo Puente – noviembre, 2012