«…Creo que lo que escondía era un acentuado, paralizador, sentido de la dignidad. Había muchos rasgos de su carácter que lo avergonzaban, empezando por el sentimentalismo, y todo su afán era taparlos, que el ojo ajeno no los descubriera…»
Fragmento del libro Tiempo de vida Marcos Giralt Torrente – Madrid, 1968