La librería de Chelo

Este es el blog de Chelo Puente, donde descubrirás algo sobre mí a través de las palabras escritas y leídas.

Un 28 de octubre.

8 comentarios

Un día 28, pero de octubre de 1999, nos dejó para siempre RAFAEL ALBERTI, el último representante vivo de la Generación del 27.

En sus 96 años de vida le dio tiempo a vivir mucho, a vivir intensamente, a comprometerse, a sublevarse, a exiliarse, a volver del exilio, pero sobre todo, le dio tiempo a dejarnos un legado poético inigualable.

Mi pequeño homenaje consiste en dejaros un poema, elegido -para la ocasión- de entre la cantidad de ellos que podría haber elegido, de cualquiera de los que me ha acompañado a lo largo de mi vida, pero hoy, he elegido éste.

IN MEMORIAM

 

LO QUE DEJÉ POR TI

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

Rafael Alberti – Puerto de Santa María, 1902 – Idem, 1999

 

 

Chelo Puente – septiembre, 2012

Autor: Chelo Puente

Aprender que con certeza, nada tengo que no me des, a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto de la belleza. Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define. Aprender para saberse desprender, he aquí el viejo secreto. Aprender... (Fragmento de "Aprendre", poema de Lluis Llach)

8 pensamientos en “Un 28 de octubre.

  1. Las cosas que a veces se tienen que olvidar y dejar a la fuerza, abandonar si querer hacerlo, sufrir los envites de un destierro. Así que lo mejor es sentirse acogido por lo nuevo, por esa situación que nos acoge, pues lo vivido nos enseña que debemos aprender de lo que nuestra propia historia nos enseña.

    Tiene que ser muy duro.

    Como siempre, gracias Chelo.
    Un beso.

  2. Aprender de cada situación y de cada momento debería ser una máxima en nuestras vidas, sólo que a veces, lo olvidamos.
    Besos.

  3. ¡Qué poema tan triste! Claro que, obligado Alberti a alejarse de la mar gaditana, no podía esperarse más que magia: «dejé mi sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida».

    Gracias por el poema, Chelo. No lo conocía. Un abrazo.

  4. Precioso. Gracias por descubrirmelo.
    Un abrazo.

  5. Me gusta mucho la poesía, Gracias por traernos este poema del Maestro Alberti.

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